¡Feliz y sana Navidad!

ESPECIAL COCINA DE FIESTA


Sí,sí… este año procuremos que la Navidad sea un tiempo de encuentro familiar, de reuniones con amigos y de comidas exquisitas, sabrosas y sanííísimas. Huye de las comilonas memorables, de esos atracones que te impiden después conciliar el sueño o moverte con la soltura habitual. Confecciona tus menús con cabeza e imaginación. No siempre tendrás que tirar la casa por la ventana, porque tienes opciones muy económicas e igualmente sabrosas. Te proponemos recetas muy, muy ricas, aptas para todos los bolsillos, clásicas y novedosas… y te damos las claves para que todo resulte perfecto. Saca tu mejor vajilla y la cristalería que reservas para las grandes ocasiones, viste tu mesa con el mantel más bonito, coloca esas velitas aromática que crearán un ambiente tan especial…

Puedes recoger unas piñas del bosque, limpiarlas bien y rociarlas con spray dorado o plata, o con distintos colores, los que más te gusten. Después colócalas en una fuente circular, rellena la fuente con nueces y castañas que también puedes rociar con spray. Puedes incluir algunas bolas que te hayan sobrado del árbol e incluso algún trocito de espumillón. Ya tienes lista la decoración de tu mesa. Ahora elige para las distintas ocasiones los platos que más se adapten a tus gustos y a los de los tuyos. Sólo nos queda desearte: ¡FELIZ NAVIDAD!

Pero antes… unos consejos muy sabios

  1. Si sirves unos entrantes o canapés procura que no sean muy calóricos. Si te decides por unas tostas de ahumados o de caviar, tenlas en cuenta a la hora de confeccionar el resto del menú.
  2. No te olvides de las ensaladas. Ya sabes lo que dice el refrán: «Quien come ensalada come poco más que nada». Por tanto en los menús navideños que no falte el verde, que puedes vestir de lujo si incorporas unos ahumados troceados (salmón…), langostinos pelados, surimi, quesos, anchoas, gulas…
  3. De primer plato, si no has elegido ensalada recurre a otros vegetales como cremas (de puerros, calabaza…), pasteles de verduras, verduras rellenas… o la tradicional lombarda cocida y rehogada con pimentón, ajo picado, aceite y piñones o manzana en dados (para darle un toque más festivo). Además todos estos platos están riquísimos.
  4. El marisco es siempre una opción imprescindible (en especial si te gusta). Además es muy ligero, siempre que lo sirvas cocido y al natural, o en todo caso acompañado de una mayonesa ligera (light o aligerada con yogur natural, por ejemplo). Recuerda que el marisco está en los meses que llevan r, es decir justo ahora, en su mejor momento. El limón es un magnífico compañero, desengrasante y no engorda nada.
  5. Si te gusta elige un pescado al horno, en especial para las cenas, por ser más ligero que las carnes. Éstas últimas puedes dejarlas para las comidas. Y recuerda -dado que los menús son tan tan copiosos- es mejor servir raciones muy pequeñas (si algún comensal se queda con hambre puede repetir). Ten encuenta los entrantes, el primer plato, el segundo, el postre… Recuerda que con 100 g de carne o pescado cocinado por comensal, es más que suficiente. Para que la ración no se vea tan pequeña sírvelos con una guarnición de verduras al vapor (judías verdes, menestra, puré espeso de guisantes…). Los platos ganan mucho en presentación y el contraste de sabores los hace más exquisitos.
  6. Para desengrasar antes del último plato o plato importante puedes servir una pequeña copa con un granizado de frutas (limón, naranja…) extrae el zumo, ponlo a congelar, sácalo, trituralo, vuélvelo a congelar, así varias veces… Con una pequeña copita de licor rellena con este granizado es suficiente y resulta muy elegante.
  7. Elige dulces light (hechos con edulcorantes), porque contienen menos calorías. Light no significan que sean acalóricos, pero sí que pueden sumar unas 100 calorías menos por 100 gramos. Consulta los etiquetados. Hay una amplia gama de turrones, polvorones, marquesas… hechos sin azúcar. Algunos llevan en su composición fructosa, lo que los hace aptos para diabéticos, siempre que controlen la cantidad total de hidratos de carbono que consuman.
  8. Utiliza para cocinar mantequilla y margarina light, leche desnatada, leche evaporada en vez de nata líquida, reduce el número de yemas y emplea más claras de huevo, desgrasa los caldos, elimina la grasa visible de la carne… intenta reducir todo lo posible el número de calorías de tus recetas.
  9. Si vas a disponer una bandeja de dulces típicos de Navidad (frutas de Aragón, fruta escarchada, turrones, polvorones, bombones…) no es necesario que prepares una tarta, porque será excesivo. Por tanto al finalizar la comida sirve mejor una bandeja de fruta fresca (uvas, granadas, peras, manzana, naranja…). Otra riquísima opición y muy vistosa es servir una macedonia de fruta (uvas peladas y sin semillas, pera, manzana, naranja, mandarina, kiwi, plátano, granada… rocíala con zumo de naranja y unas cuchcaradas de azúcar o edulcorante en polvo. Es ¡perfecta! También puedes optar por poner piña fresca, aderezada con un chorrito de Cointreau o al natural. ¡Soberbia! Ambas opciones están repletas de fibra, vitaminas antioxidantes y son muy desengrasantes.
  10. Por último dos consejos previos a todos los anteriormente citados:
    1. Para intentar ahorrar algo en los precios si dispones de un buen congelador o arcón puedes anticiparte a la Navidad, comprando y congelando. A veces también si compras el último día encuentras precios interesantes porque los grandes hipermercados por ejemplo no pueden quedarse con el género que no han vendido y sacan un marísco riquísimo y a buen precio. ¡Es cuestión de suerte!
    2. No saques la bandeja de los dulces y la dejes en la mesa del salón 15 días antes, todo el mundo tendrá la tentación de tomar un bombón, un polvorón, una fruta escarchada… y los días señalados (24, 25, 31 de diciembre, 1 de enero…) tendrás que rellenar las bandejas o comprar de nuevo. Dispón la bandeja en la mesa sólo esos días o justo a la hora de los postres, para evitar tentaciones y esos molestos kilos de más, que tanto nos cuesta perder desués. ¡Da un buenísimo resultado! Por cierto, tampoco compres una cantidad excesiva de dulces, porque seguro que sobra y estarás tomando turrón pasadas las fiestas, cuando ya ni tan siquiera apetece. Compra lo justito. Mejor quedarse corto y tener que volver a la tienda.

Entrantes

Primeros

Segundos

Postres