Huevos: un alimento redondo

Más de 25 recetas y todas las preparaciones básicas. Pese a que podemos celebrar el Día del Huevo a diario en la cocina, y de hecho lo hacemos, ríndele los honores este fin de semana, de manera especial, dado que el día 8 de octubre de 2021 ha sido el Día Internacional del Huevo, que por convicción se establece el segundo viernes del mes de octubre de cada año. Desde el año 1996, es decir hace ya 25 años, la Internacional Egg Commission promovió la creación de este día, para recalcar la enorme importancia de este producto alimenticio para el organismo, dado su elevado y comprobado valor nutritivo. ¡Yo no puedo imaginarme la vida sin ellos!

Sano y completíííísimo por excelencia. Cualquier cocinero y cualquier amateur de los fogones se atreve a hacer unos huevos fritos, rellenos o escalfados. A pesar de todo hay formas y formas de cocinarlos, y trucos y consejos para sacarles el máximo jugo… Veamos cuales.

Es esencial comprarlos frescos y simplemente al cascarlos lo sabremos. Cuanto más fresco, más clara es la clara y más compacto es. Cuanto más viejo, más pálida será su yema. No debemos comprarlos si tienen la cáscara rota o hay algún ejemplar con la cáscara rota. Consumir 6-7 huevos por semana, para un adulto sano, es perfectamente lícito. Su recetario es inmenso, de modo que ¡a disfrutar de los huevos! y de sus enormes posibilidades en la cocina.

Muy nutritivo

Desde el punto de vista nutritivo es un alimento redondo, no aporta muchas calorías, unas 90 por 100 gramos, tiene muchas proteínas (el 50 por ciento de las que necesitamos en un solo huevo, dos huevos por tanto todas las que necesitamos a diario). Amén de vitamina A y D, con un plus de minerales (como el fósforo y hierro).
Contrariamente a lo que muchos temen no es nocivo para el hígado. Es bueno para prevenir la anemia, porque el hierro con que con obsequia se asimila muy bien.

Hay que cuidar mucho la higiene, porque su cáscara puede contener elementos patógenos (algunos transmiten la salmonela), por ello hay que cascarlos en un plato que debe lavarse de inmediato, al igual que debemos lavar muy bien las manos después de haber manipulado los huevos. De ese modo no corremos ningún riesgo.

Sus nutrientes: uno a uno

Proteínas de calidad y más

Amén de su contenido en proteínas de calidad, muchos más son los beneficios de este alimento tan redondo:

Aportan vitaminas y minerales que contribuyen al bienestar físico y mental, reduciendo el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.
Por su riqueza en carotenoides, presentes en su yema, ayudan a prevenir afecciones visuales como las cataratas o la enfermedad macular generada por la edad.
Propician el aumento del colesterol HDL en la sangre y no afecta el incremento de los niveles de colesterol LDL.
Ayudan a combatir el sobrepeso, dado que solo aportan unas 75 calorías.
Contribuye al desarrollo del cerebro, favoreciendo la memoria y el aprendizaje, debido a la colina y luteína.
Recomendable durante el embarazo, dado que optimiza el desarrollo del cerebro y la médula espinal del feto.
Previene la pérdida de masa muscular, especialmente en adultos mayores.

Saber su frescura

Lo ideal sería consumirlos como máximo 24 horas después de la puesta, pero eso es imposible. Hay unos trucos para comprobar si un huevo está fresco de verdad o tiene mucho tiempo:

  • Podemos observar el huevo al trasluz y ver el tamaño de su cámara de aire. Cuanto más fresco es, menor será la proporción de aire.
  • Al cascarlo en un plato, si vemos la clara compacta y la yema abultada es fresco. Si la yema queda más aplanada y la clara se desparrama mucho, no es tan fresco como debería ser.
  • Otra forma de comprobarlo es meterlo en agua. Sí se hunde hasta el fondo es que está muy fresco. Si se queda hacia la mitad, es medianamente fresco. Y, ya si flota, es que no es fresco. No obstante no hay que tirarlo, sino que indica que debemos consumirlo cuanto antes.

Buenos consejos

  • Conviene sacarlos de la nevera una hora antes de emplearlos en la cocina. De ese modo si los hacemos a punto de nieve, por ejemplo, subirán más; si los empleamos para hacer una mayonesa casera estarán a la misma temperatura ambiente que el aceite y si los vamos a cocer en agua hirviendo, no se romperán.
  • Los de color marrón no son mejores, ni más nutritivos que los blancos, son igual de nutritivos.
  • Si los hacemos pasados por agua, al sacarlos del fuego, pasarlos de inmediato por el agua fría. Así no se seguirán cociendo y estarán en su punto.
  • En tortilla saldrán más esponjosos si les añadimos un chorrito de leche (tanto en la tortilla francesa, como la española).
  • Para empanar y que cunda más el huevo batido añade también un buen chorrito de leche, después pasa la carne o el pescado por pan, el huevo batido con leche y el pan.
  • *Un chorrito de leche es también perfecto a la hora de preparar la carne picada de las albóndigas (con ajo picado, perejil, pan rallado, huevo batido y un toquecito de canela). De ese modo la mezcla de huevo y leche cubre toda la carne.
  • Una yema de huevo en un bol con agua fría (cubierta por completo), puede conservarse durante unos días en la nevera.
  • Congelarlos es imposible, salvo cascado y batidos.
  • En el frigorífico hay alimentos que pueden darles olor, por ejemplo el melón. Dejar en ese caso en huevera cerrada, dado que la cáscara de huevo es porosa.

6 formas básicas de cocción

  • Huevos duros:

Introducirlos en un cazo con agua, sal y un chorro de vinagre o zumo de limón. Dejar cocer 10 minutos, contando el tiempo a partir de que se produce el hervor. Pasado el tiempo indicado, retirar del recipiente y poner bajo el chorro de agua fría, antes de utilizar.

  • Huevos escalfados:

Poner agua a calentar en una cacerola con sal y un chorrito de vinagre o zumo de limón. Al romper a hervir el agua, introducir los huevos sin cáscara, con cuidado de que la clara no se desparrame. Otra opción es echar el huevo en una taza pequeña y sumergir esta en el agua hirviendo, de forma que el huevo pase de la taza al agua. Y otra más, es poner papel film en una taza pequeña, cascar el huevo y ponerlo sobre el film, cerrar con un alambrito o cordel de cocina e introducir los paquetitos en el agua hirviendo. Dejar escalfar 3 minutos.

  • Huevos pasados por agua:

Poner al fuego un recipiente con agua, sal y un chorro de limón o vinagre. Introducir los huevos y dejar hervir unos 3 minutos. Sacar los huevos del agua y si se van a tomar a continuación, enfriar bajo el grifo de agua fría.

  • Huevos al plato:

Necesitamos cazuelas de barro individuales o bien de metal. Distribuir por las cazuelas una cucharadita de aceite de oliva y una vez caliente la cazuela al fuego, cascar encima el huevo y dejar cuajar hasta que la clara esté consistente y la yema continúe todavía líquida. En general este plato suele enriquecerse con un fondo de tomate frito, unas rodajitas de chorizo, guisantes, pimiento morrón en tiritas…

  • Huevos revueltos:

Poner un fondo de aceite en una sartén antiadherente y calentar a fuego lento. Cascar el huevo y verter primero la clara para que se cuaje antes. Añadir despues la yema y se remueve todo hasta que cuaje un poco. Otra opción estupenda es hacerlos con tomate frito. Para ello tras calentar el aceite añadimos un buen fondo de tomate frito y echamos el huevo y lo removemos todo bien hasta que se cuaje y adquiera la consistencia deseada.

  • Huevos fritos:

Poner a calentar una sartén con aceite de oliva, cascar el huevo y verterlo con cuidado, sazonar al gusto. En uno o dos minutos estará listo. Si queremos un huevo con puntillas, lo mejor es esperar a que el aceite esté muy caliente para verterlo (a mayor temperatura, más puntilla); durante la fritura, se aconseja rociar el huevo con un poco de aceite de oliva por encima, ayudándose con la espumadera; si nos gusta la yema más cruda podríamos echarla unos segundos después de haber vertido la clara.

Preguntas con respuesta… sobre el huevo

¿Cuántos podemos tomar a la semana?

Una persona adulta podría tomar hasta 7 huevos. Un niño o personas poco activas y de baja estatura y corpulencia, no conviene que supere los 4 huevos.

¿Hay huevos más nutritivos que otros?

No, no depende de su color de la cáscara, ni de la forma en la que se cría la gallina. Hoy en día sí es verdad que con una alimentación especial de los animales se consiguen huevos enriquecidos en distintos nutrientes. Hay que ver las etiquetas.

¿Cómo conservarlos mejor?

En el frigorífico, cerrados para que no absorban olores, en el departamento de los huevos, que lleva una tapa especial.

¿Hay que lavar los huevos?

Para almancenarlos en la nevera no. Si vamos a consumirlos de inmediato, para mayor seguridad podemos lavarlos previamente.

¿Es un alimento digestivo?

Depende del tipo de preparación. Fritos son más indigestos que cocidos, por ejemplo. No es conveniente consumirlo crudo. No es cierto que sea malo para el hígado.

¿Cómo sabemos si es fresco?

Cuando observamos dos zonas bien diferenciadas en las claras: una más densa y otra que la rodea más fluida, pero sin llegar a ser líquida, nos dice el Instituto de Estudios del Huevo. Tanto la yema como la clara no deben desparramarse.

¿Si tienen manchas rojas o nubes en las claras hay que tirarlos?

No, no tienen ninguna importancia, se puede retirar con ayuda de una cucharilla. Si en la clara se observa alguna nube tampoco pasa nada, no alteran su calidad. Podemos retirarlas igualmente. Ambas cosas indican frescura.

¿Comer huevos sube el colesterol?

No, el huevo no es el responsable del nivel de colesterol en la sangre. Éste tiene que ver más con la predisposición genética y también de la totalidad de grasas saturadas incluidas en la dieta. Si existiesen problemas de colesterol hay que consultar con el médico.

Prevenir riesgos…

Recetas con huevos

Y la receta de una tortilla muy especial… una tortilla con el huevo líquido