Lave los puerros cuidadosamente para eliminar la tierra escondida entre las hojas. Recorte la raíz y la parte verde dura de las hojas. Cortar el resto en trozos de 5 cm.
Sofría brevemente el ajo y el azúcar en el aceite caliente, hasta que el azúcar se vuelva ligeramente caramelizado.
Añadir los puerros a fuego moderado. Espolvorear con jugo de limón, añadir sal, y cubrir un poco con agua.
Remover suavemente a fuego muy lento, durante unos 10-15 minutos, hasta que los puerros estén tiernos y el líquido se reduzca.