- El aspartamo, uno de los edulcorantes más utilizados por la industria alimentaria y, también, uno de los más estudiados, podría clasificarse como «posible carcinógeno»
- Se trata de un edulcorante sintético descubierto en 1965, que es unas 200 veces más dulce que el azúcar
El aspartamo es el edulcorante más utilizado en la industria alimentaria. Salió al mercado hace más de tres décadas y desde entonces a estado cuestionado en varias ocasiones. También es uno de los aditivos más estudiado, si no el que más, pero ahora se ha vuelto a poner el foco sobre este edulcorante porque una información emitida por la agencia Reuters, anunció que la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), un organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud, podría clasificarlo como «posible carcinógeno». Entonces, ¿hay que evitarlo?, ¿Es peligroso? lo cierto es que no es tan simple como parece. Te lo explicamos a continuación.
Que es el Aspartamo
El aspartamo es un aditivo alimentario (E 951) que se utiliza en muchos productos sin azúcares añadidos. Se trata de un edulcorante sintético descubierto en 1965, que es unas 200 veces más dulce que el azúcar que no aporta calorias a los alimentos y tampoco provoca la aparición de caries.
Está compuesto por dos aminoácidos: ácido aspártico y fenilalanina, junto a un grupo metilo. Los tres componentes se encuentran de forma natural en muchos alimentos.
- El ácido aspártico es un aminoácido no esencial (es sintetizado de forma natural en el cuerpo humano).
- La fenilalanina es uno de los ocho aminoácidos esenciales, que nuestro organismo no puede sintetizar y tiene que obtener a partir de los alimentos.
Como ejemplo comparativo, un vaso de leche contiene seis veces más fenilalanina y trece veces más ácido aspártico que un vaso de refresco edulcorado.
Respecto a la toxicidad de estos compuesto, el ácido aspártico no supone ningún motivo de preocupación. La fenilalanina en grandes dosis, podría suponer un riesgo para la salud, pero las evaluaciones toxicológicas han mostrado que en este sentido el aspartamo no supone motivo de preocupación.
El tercer componente, el grupo metilo, se convierte en metanol al ser ingerido y finalmente se metaboliza generando formaldehido. Tanto el metanol como su metabolito el formaldehido pueden ser tóxicos, pero según las evaluaciones toxicológicas realizadas sobre el aspartamo, las dosis que pueden llegar a nuestro organismo a partir del consumo del mismo no son preocupantes.
Donde encontramos el Aspartamo
Muchos productos alimenticios que se promocionan como sin azucares añadidos utilizan los edulcorantes sintéticos para mantener el sabor dulce.
- Refrescos ‘light’ y edulcorados: El aspartamo se encuentra en los refrescos edulcorados, así como en las bebidas ‘light’ y bajas en azúcares.
- Chicles sin azúcares: Cuando las gomas de mascar indican en sus envases que son «sin azúcares añadidos», entonces normalmente contendrá el aspartamo.
- Caramelos sin azúcares: Lo mismo ocurre en caramelos y otros productos del estilo, cuando añaden la etiqueta, entonces tendrán aspartamo
- Cervezas sin alcohol: Primero cabe distinguir dos categorías de cervezas sin alcohol la cerveza «Sin» (que en realidad puede contener hasta el 0,9% de este componente) y la «0,0» (cuya graduación no puede superar el 0,04%).
Dicho esto, las cervezas sin alcohol incluyen aspartamo, pero también pueden incluirlo la sidra, otras bebidas alcohólicas y las bebidas no alcohólicas en cócteles y otras mezclas. - Mermeladas industriales: Suelen contar con dicho componente, al igual que compotas, jaleas o néctares de frutas.
- Bollería industrial, galletas y helados: Todos estos alimentos procesados también pueden contener aspartamo. Incluso los yogures edulcorados se incluyen en este grupo.
- Productos con cacao y chocolate
- Productos de confitería y pastelería: El múltiples ocasiones, el aspartamo es uno de sus principales edulcorantes.
- Conservas y aperitivos: En algunos casos incluyen este aditivo según la OMS.
- Sopas y salsas industriales: Estos productos pueden contener aspartamo.
- Productos para untar: También se presenta en ocasiones en ese tipo de alimentos.
- Alimentos dietéticos y medicamentos: Otra categoría de productos que incluyen el edulcorante para sustituir el azúcar, y que muestra que incluso se añade a bienes que si bien son consumibles no se consideran comida.
Clasificación de sustancias cancerígenas
La IARC clasifica las sustancias en cinco grupos según su relación con el desarrollo de cáncer:
- Grupo 1. Carcinógeno: en este grupo se encuentran, por ejemplo, el tabaco, la exposición al sol, las bebidas alcohólicas y las carnes procesadas.
- Grupo 2A. Probablemente carcinógeno: esteroides, emisiones por fritura a alta temperatura, carne roja.
- Grupo 2B. Posiblemente carcinógeno: gases de soldadura, gasolina y las emisiones de los motores (humo).
- Grupo 3. Carcinogenicidad no clasificable: polietileno, iluminación fluorescente.
- Grupo 4. Probablemente no carcinógeno: caprolactama, usado en la fabricación de fibras sintéticas.
Pero hay que saber interpretar lo que esta clasificación quiere expresar a la hora de hablar de riesgo. Es fundamental tener en cuenta dos cuestiones importantes.
- 1. Esta clasificación de la IARC no es cuantitativa. No mide el riesgo en función de la dosis de la substancia que ingerimos, por ejemplo, la cantidad de bebidas alcohólicas con la que es más probable desarrollar un cáncer.
- 2. Los grupos indican el grado de evidencia de los estudios realizados que relacionan las substancias con el cáncer. No clasifican a las sustancias en función de su toxicidad o peligrosidad. Por ejemplo, el sol y el tabaco se encuentran en el mismo grupo porque se sabe con certeza que la exposición a ellos aumenta el riesgo de cáncer, mientras que los esteroides están en el grupo 2A porque la certeza que existe es menor. Eso no significa que tomar el sol sea tan peligroso como fumar. Obviamente, el riesgo de desarrollar cáncer con el tabaco es muchísimo mayor.
Teniendo en cuenta esta clasificación, el hecho de que la IARC clasifique el aspartamo como «posiblemente carcinógeno» (grupo 2B) no significa que su consumo sea peligroso, sino que la evidencia científica de los estudios sobre el aspartamo y su relación con el cáncer están al mismo nivel que las otras substancias incluidas en dicho grupo. El problema es que esta clasificación no está diseñada para la opinión pública y puede ocasionar más dudas que certezas en los consumidores.
El Comité Conjunto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la OMS y la Organización para la Agricultura y la Alimentación (JECFA, por sus siglas en inglés), también está revisando el uso de aspartamo este año y sus hallazgos serán anunciados el mismo día que la IARC haga pública su decisión. El JECFA sí evalúa cuantitativamente la seguridad de los aditivos. Es decir, en este caso es de esperar que el informe detalle el riesgo concreto que puede suponer este edulcorante para la salud, si es que es así, y las cantidades que se consideran seguras.
¿Entonces, el aspartamo es seguro o no?
Desde 1981, el JECFA ha informado que el consumo de aspartamo es seguro dentro de los rangos diarios aceptados (para un adulto de 60 kg estamos hablando que tendría que ingerir mas de 4 litros -12 latas- de refresco edulcorado al día para estar en riesgo)
En el año 2006 una investigación realizada por el Instituto Ramazzini relacionó ese compuesto con el desarrollo de cáncer. Pero el estudio fue desacreditado por diferentes organismos, entre ellos la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), por tener graves fallos metodológicos.
Hay numerosos estudios sobre la seguridad del aspartamo. Organismos como la EFSA, el JECFA y la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense), han concluido en repetidas ocasiones, que se trata de una sustancia segura en las dosis que consumimos a partir de la dieta.
Pero hay que tener en cuenta que nuevos estudios podrían arrojar nuevas conclusiones que hagan cambiar las recomendaciones que ya se tenían. La inclusión del aspartamo como «posible cancerígeno» pretende motivar más la investigación para obtener conclusiones bien respaldadas que cuiden la salud de las personas.
Mientras tanto, lo realmente importante es el conjunto de nuestra dieta alimentaria, el aspartamo no se encuentra en los alimentos frescos, sino en refrescos, dulces y otros alimentos procesados.