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A partir del primer año de vida la alimentación infantil debe basarse en el consumo de una dieta variada y equilibrada para evitar carencias nutritivas y para permitir un desarrollo y crecimiento adecuados.
Aquí ya puede entrar un grupo de alimentos que nunca debería faltar en la dieta de quienes están en edad de crecimiento: las legumbres. Al inicio es preferible darlas en forma de puré y en pequeñas cantidades para asegurarles una buena digestión, luego hacia los 18 meses ya se podrán incorporar enteras.
Como alimento las legumbres son una magnífica fuente de macro y micronutrientes, tienen proteínas que aumentan su valor biológico al combinarlas con cereales, carbohidratos de lenta asimilación con lo cual se aseguran combustible para largo rato y minerales en cantidades significativas como el calcio, el hierro, el fósforo, el ácido fólico y vitaminas del grupo B. Todo un auténtico cóctel nutritivo del que hay que saber sacar partido a la hora de presentarlos en la mesa.
Generalmente son muy bien aceptadas por los peques de la casa, ofrecen sabores suaves- importante para un público tan exigente- , fáciles de combinar con otros ingredientes y atractivos a la vista cuando se emplean las coloridas alubias negras, rojas y blancas o las lentejas de diferentes tamaños. Parecen datos menores pero cuando se trata de elaborar menús infantiles hay que agudizar el ingenio para alimentarles bien y además conseguir que les guste.
En invierno resultan ideales ya que es el tiempo natural de sustanciosas sopas y potajes, no hay más que aprovechar verduras del tiempo para enriquecerlas y servirlas quizás con su ingrediente favorito como bacón, jamón, queso, o pan tostado y untado con tomate y aceite de oliva.
Incluir un puñado de garbanzos picados en una salsa de tomate a la manera de un buen ragú- es un buen recurso para complementar un plato de pasta, de arroz o de polenta grillada. Si en lugar de estar enteras se reducen a puré, legumbres como alubias o garbanzos pueden ser buenas masas para preparar unas albondiguillas si se las mezcla con algo de bacalao o con arroz integral, luego sólo quedará rebozarlas y freírlas para tener un plato que va bien en cualquier época del año.
Los niños deportistas o que tienen una actividad física intensa, necesitan un buen aporte de energía que cubra sus necesidades y las legumbres lo suministran sobradamente, incluso en época de exámenes o de competiciones es muy recomendable potenciar su consumo por el gasto energético que requiere el esfuerzo intelectual y/o físico.
Puedes probar a incorporarlas en tus menus coon las siguiente recetas: