Ingredientes:
2 cebollas grandes, ½ docena de tomates secos, melva en salazón, 4 patatas, 4 huevos (opcional), aceite de oliva.
Preparación
- Quitar las espinas a la melva, partir en trozos medianos y poner en abundante agua la noche anterior. Dejar en remojo también los tomates.
- Cortar en rodajas las patatas y las cebollas, peladas. En una cazuela de barro con abundante aceite de oliva disponer las patatas, las cebollas, los tomates y la melva escurrida y llevar al fuego muy lento (o incluso al horno, tapado para que no se queme) hasta que las patatas estén bien tiernas.
- Hecho esto, apartar la cazuela del fuego y, si se quiere, cascar dentro los huevos y volver a poner la cazuela al fuego (o al horno) hasta que las claras estén hechas pero las yemas todavía estén líquidas.
Consejo final:
Este es un plato muy típico que no precisa sal, ya que la melva aporta la necesaria. Para hacerlo más suave, podemos desalar la melva durante más tiempo del indicado en esta receta. A la hora de servirlo, hay que acompañarlo en la mesa con abundante pan para mojar.
Al ser cocina tradicional, existen tantas variantes como hogares y así hay quien sustituye la melva por bacalao, o incorpora ñoras y un puñado de espinacas.