Chef ejecutivo y director del Casino de Madrid y del gastrobar Estado Puro, Paco Roncero está considerado como el máximo representante de la cocina de vanguardia madrileña.
Formado en la Escuela de Hostelería y Turismo de Madrid y con estancia en Zalacaín y en el Hotel Ritz, se incorporó a la plantilla del Casino en 1991 y, cinco años más tarde, fue nombrado jefe de cocina del departamento de banquetes de dicha institución. En 2000 su produjo su ascenso a la jefatura de cocina del Casino, incluyendo la dirección del área de banquetes, del restaurante La Terraza del Casino y del Club de Golf Retamares. En esta época se produjo la explosión de su personalidad creadora que supuso una verdadera revolución para el Casino de Madrid y para el panorama culinario madrileño, además de la obtención de los más prestigiosos premios gastronómicos: en 2002 la primera estrella Michelín para La Terraza del Casino, ya bajo la dirección de NH Hoteles; en 2005 el Premio Chef L’Avenir y en 2006 el Premio Nacional de Gastronomía.
La cocina de Paco Roncero es el resultado del dominio magistral de las más evolucionadas técnicas culinarias, de su desbordante creatividad y sensibilidad innata y de su capacidad de innovación y espíritu investigador. Entre sus aportaciones al universo culinario destacan, por ejemplo, el desarrollo de nuevas texturas con aceite de oliva y leche y la creación del software “Gestor de Cocina “, un programa desarrollado para mejorar el rendimiento de gestión en el entorno gastronómico. Además es autor de los libros «Bocadillos y Ensaladas», el bipremiado «Tapas y Gastronomía del S XXI» y el recientemente publicado “Tapas en Estado Puro”; congresista en diferentes escuelas y encuentros gastronómicos de todo el mundo y director gastronómico del Club Millesimé y otros hitos culinarios.
Entre sus últimos logros está la obtención, en 2009, de la segunda estrella Michelín para La Terraza del Casino, un reconocimiento no solo a su cocina sino al especial cuidado que su director pone en todos los detalles que interviene en el ritual gastronómico: el espacio, exquisitamente decorado por Jaime Hayón, la bodega, con más de 900 referencias vitivinícolas cuidadosamente escogidas por la sumiller María José Huertas (Premio Nacional de Gastronomía 2003) entre las mejores y más especiales de España y del mundo, y el servicio, capitaneado por Alfonso Vega (Premio Nacional de Gastronomía al Mejor Jefe de Sala 2009).