Son muchas las personas que peregrinan hasta Santiago de Compostela, tanto religiosas como las que quieren vivir esta experiencia de otra manera, y durante cientos de años hemos podido disfrutar de este camino. Son muchos los perfiles que se acercan hasta Galicia desde diferentes lugares del mundo y, no importa de donde seas, hoy queremos contarte cómo debes prepararte para ello.
No solo tendrás que prepararte físicamente para hacer el Camino de Santiago , que eso todos los sabemos, sino que también es importante la preparación mental. Para terminar este texto, vamos a elegir algunos productos esenciales que debes llevar en tu equipaje.
Qué hacer antes de comenzar el Camino de Santiago
Lo primero es lo primero: no decidas hacer el Camino de Santiago de un día para otro. De hecho, desde la propia Xunta de Galicia se recomienda comenzar los entrenamientos con dos o tres meses de antelación, adaptándonos a caminar por diferentes terrenos y distintas pendientes.
Si haces el Camino del Norte, el Camino Inglés o cualquiera de las otras rutas, debes tener en cuenta que la ‘compostela’ (ese documento que le dirá a todos que has completado la peregrinación) se te entrega solo si has recorrido más de 100 kilómetros a pie o 200 km en bicicleta. Esto es importante saberlo, para poder planificar los días que estarás en el Camino y cuánto andarás cada día (si puedes hacer unos 25 o 30 kilómetros al día, sería perfecto).
Cuando estés preparando tu peregrinación, recuerda hacerlo del mismo modo que estarás el Camino: las mismas zapatillas y con una mochila cargada. Eso, por supuesto, si no decides hacer el Camino de Santiago en bicicleta.
El último paso antes de lanzarte a caminar será ver dónde acabarás después de cada jornada. Si tienes dudas o necesitas ayuda, en la web oficial del Camino de Santiago encontrarás un planificador que te permitirá tenerlo todo listo.
Cómo afrontar cada jornada del Camino de Santiago
Y ya que has pasado todas estas semanas de entrenamiento, el el momento de enfrentarse al propio Camino. La clave para poder hacer todos los días los kilómetros establecidos es recuperarte bien entre las etapas, además de calentar antes de comenzar y estirar cuando llegues a tu destino. Pon especial atención en los gemelos, los isquiotibiales y los cuádriceps.
Tampoco puedes dejar de lado la alimentación y la hidratación. Es preferible parar varias veces para comer un poco que no sentarte dos horas y comer mucho de una vez. Hidrátate en todo momento, con agua o bebidas isotónicas, y olvídate de cualquier acercamiento al alcohol o al tabaco.
¿Qué llevar al Camino de Santiago?
Como has visto antes, hay varias rutas que puedes tomar pero, en general, estarás gran parte del tiempo en la zona norte de España. Por lo tanto, no puedes olvidar chubasqueros y ropa térmica (con varias mudas), además de preparar un botiquín básico para primeros auxilios y un saco de dormir (no en todos los albergues habrá camas libres, debes estar preparado). Por supuesto, no te excedas con cosas innecesarias y controla el paso, ya que será algo que tendrás que cargar cada jornada.