- La dieta DASH diseñada para disminuir la hipertensión, incluye el consumo elevado de frutas, vegetales, productos integrales y lácteos bajos en grasas, lo que da lugar a un mayor consumo de potasio, magnesio, calcio y fibra, un consumo alto moderado en proteínas y bajo en grasas saturadas.
Madrid (14-5-09).- Los patrones dietéticos se han asociado con factores de riesgo para la insuficiencia cardiaca, pero se conoce poco sobre si la selección de alimentos puede prevenir o retrasar el trastorno. Según los investigadores, la dieta para retrasar la hipertensión denominada DASH podría contribuir a la prevención de infarto en algunos casos debido a que reduce de forma eficaz la presión arterial y los niveles de colesterol LDL en los ensayos clínicos realizados, según un estudio del Centro Médico Diaconesa Beth Israel en Boston (Estados Unidos) que se publica en la revista Archives of Internal Medicine.
Los científicos, dirigidos por Emily B. Levitan, analizaron datos de 36.019 mujeres de entre 48 y 83 años sin insuficiencia cardiaca que participaban en un estudio sueco con mamografías. Las participantes completaron un cuestionario de frecuencia alimentaria al inicio del estudio, entre 1997 y 1998, que fue utilizado para calcular una puntuación indicativa de su seguimiento de la dieta DASH. Las mujeres fueron seguidas de 1998 a 2004 utilizando bases de datos suecas de hospitalización y mortalidad.
Los resultados mostraron que, al dividir a las mujeres en cuatro grupos, en comparación con el grupo de mujeres con puntuaciones más bajas en el seguimiento de la dieta DASH aquellas con las más altas tenían un 37 por ciento menos de tasa de insuficiencia cardiaca después de tener en cuenta factores como la edad, la actividad física y el tabaquismo. Las mujeres situadas entre el 10 por ciento de aquellas que mejor seguían la dieta tenían la mitad de la tasa de insuficiencia cardiaca en comparación con el cuarto de las que tenía las puntuaciones más bajas.
Estudios anteriores han mostrado que la dieta DASH baja la presión arterial sistólica alrededor de unos 5,5 milímetros de mercurio. Según los investigadores, esta disminución podría reducir la insuficiencia cardiaca alrededor de un 12 por ciento.
Los autores explican que otros mecanismos por los que el patrón de alimentación podría influir en el riesgo de infarto incluyen la reducción del colesterol LDL, los efectos similares a los del estrógeno de algunos nutrientes en la dieta y un menor daño celular asociado al oxígeno.