- En el área mediterránea se conserva más la dieta.
Los casos de obesidad se han duplicado en los últimos diez años, de tal forma que en 1998 el índice de obesidad era de un 35 por ciento mientras que en la actualidad la tasa está entre el 62 y el 64 por ciento de la población. El exceso de peso puede desembocar en graves problemas de salud, lo que llevado a los gobiernos a destinar el diez por ciento del gasto sanitario a cubrir estos procesos consecuencia de la obesidad.
Así, lo expuso el doctor del Instituto de Obesidad, Abelardo Caballero, quien aseveró que hay diferencias entre comunidades autónomas ya que las que más problemas de este tipo presentan son Andalucía, Extremadura y Canarias, mientras que las que han sido más fieles a su dieta son País Vasco y Galicia. En este sentido, apuntó que «la dieta mediterránea favorece la prevención de estos problemas».
Para Caballero se trata de un problema que alerta a los médicos ya que se ha constatado que este incremento se produce también en niños y bebés. Según determinó, los menores están influidos por los cambios culturales, gastronómicos, de esfuerzo físico o estrés, que afectan al conjunto de la población y que desembocan en estos datos.
«Parece incongruente que la incorporación de España a la lista de países más desarrollados del mundo haya concluido también en un incremento de obesidad», matizó. Una enfermedad que, a su juicio, no supone sólo un problemas de tipo estético «por lo que los profesionales de la sanidad intentan fomentar costumbres lo más sanas posibles y que compensen la mejor calidad de vida que tenemos hoy en día».
Por último, argumentó que en la obesidad inciden, además del factor genético que condiciona nuestra asimilación de la comida, otros aspectos como la ansiedad, el trabajo, o factores de disminución de la actividad física, como el hecho de contar con casas atemperadas, transporte público u ocio sedentario.