El invierno es la estación en que se producen cambios bruscos de temperatura aparecen la mayor parte de las enfermedad ese infecciones que afectan las vías respiratorias de la población. Existen más de 200 virus que pueden afectar al ser humano y la población infantiles especialmente sensible y presenta cada año las tasas más elevadas de este tipo de infecciones. Los neumólogos recomiendan comer abundante fruta y verdura, abrigarse correctamente al salir a la calle no acudir a lugares contaminados con humo de tabaco y en el caso de niños con asma o propenso a las infecciones respiratorias agudas acudir al neumólogo para revisar el tratamiento habitual.
MedicosyPacientes.com, 23 de diciembre de 2009
Son muchos los factores que favorecen la aparición y agravamiento de las enfermedades típicas del invierno en la población infantil: los cambios bruscos de temperatura, la contaminación de las grandes ciudades y la convivencia en lugares públicos como centros comerciales, guarderías y escuelas que facilita el contagio. La mayoría de estas enfermedades típicas del invierno son causadas por virus y afectan al sistema respiratorio, por eso se les llama enfermedades respiratorias virales (ERV). En esta categoría entran desde los simples constipados y catarros a la gripe, o enfermedades más graves como la neumonía y la bronco¬neumonía. Casi todas comienzan con síntomas similares a los de un resfriado y pueden fácilmente confundirse con él.
Desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, el Dra. Amparo Escribano, neumóloga pediatra, aconseja “la medida más útil contra las infecciones invernales es la prevención siguiendo algunas recomendaciones básicas que ayuden a los niños a superar los meses más fríos del año con buena salud respiratoria”.
Comer frutas y verduras que contienen especialmente Vitamina C y abrigarse correctamente
También es muy importante consumir frutas y verduras ricas en vitaminas A y C como la naranja o la mandarina para reforzar el organismo. Entre estas medidas están: el lavado frecuente de manos, evitar el uso de elementos comunes como juguetes, vasos, platos y otros utensilios de comida, lavarlos y desinfectarlos cuando corresponda; evitar recintos cerrados y muy concurridos, espacios contaminados, evitar una calefacción muy alta que reseca el ambiente y las vías respiratorias, y ventilar frecuentemente los espacios donde permanece el niño.
Abrigar a los niños para evitar la exposición brusca al frío es importante, por ejemplo la bufanda que tapa nariz y boca, calienta el aire que el niño inhala al respirar. Lo ideal es mantener la casa templada y abrigarse en la justa medida para dejar que el organismo utilice sus propios mecanismos reguladores para adaptarse al frío.
Los neumólogos de SEPAR insisten en la importancia de la prevención porque “las infecciones respiratorias agudas son una de las causas más frecuentes de hospitalización pediátrica y ocasionan un gran número de consultas, tanto en urgencias como en atención primaria”, argumenta la Dra Escribano “Existen más de de 200 virus diferentes que pueden afectar al ser humano y, además, un mismo virus puede causar distintas enfermedades”. Entre estos virus se encuentran el virus respiratorio sincitial que afecta a un 85% de los niños antes de los 2 años y provoca, a esta edad, más de la mitad de las hospitalizaciones por bronquiolitis; el virus parainfluenza responsable, entre otras infecciones, de la mayor parte de las laringitis en niños menores de 5 años, el adenovirus que produce hasta un 10% de las infecciones respiratorias en los más pequeños, el virus de la gripe, y otros, recientemente descritos, como rinovirus, bocavirus o metaneumovirus que, como los anteriores, pueden causar tanto infecciones agudas como patología respiratoria recidivante, e incluso relacionarse con el desarrollo posterior de asma.