Carmen Gómez Candela, Jefe de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital de La Paz de Madrid, reflexionó sobre la alimentación en los enfermos con cáncer en el marco del V Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Básica y Aplicada(SENBA, que se celebró a finales de abril en Bilbao.
- El consejo nutricional es un baremo esencial para la calidad de vida y poco considerado en oncología.
- La falta de apetito, la sensación de saciedad, los vómitos y el estreñimiento son síntomas que han de manejarse como criterios para diagnosticar un riesgo de malnutrición en los pacientes oncológicos.
- Los tumores que provocan una mayor desnutrición son aquellos que afectan al tracto digestivo -páncreas, esófago y estómago- y los de pulmón.
«El ochenta por ciento de los pacientes con cáncer avanzado están malnutridos». Lo ha afirmado Carmen Gómez Candela que es Jefe de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital de La Paz de Madrid y una de las expertas más significadas a la hora de valorar la calidad de vida de los enfermos con cáncer. A su juicio, «el apoyo nutricional a los enfermos con cáncer contribuye a la mejora del estado de ánimo, una variable a tener en cuenta en los tratamientos oncológicos».
En opinión de la especialista, «en una gran mayoría de medicina oncológica se profundiza en la eficacia y eficiencia de los tratamientos y en la supervivencia del paciente pero se pierde un poco de vista la calidad de vida». Para medir esta cuestión, Carmen Gómez Candela recomienda una serie «de indicadores que se registran a modo de test y que recogen cuestiones como la autosuficiencia, la capacidad de autocuidado, la capacidad o no de tener una vida laboral activa, el bienestar psíquico u otros baremos físicos como el dolor, los vómitos o la diarrea que repercuten en la calidad de vida».
4 síntomas para una detección precoz
La experta maneja «cuatro síntomas que contribuyen a una detección precoz de esa malnutrición. La falta de apetito, la sensación de saciedad, los vómitos y el estreñimiento son síntomas que han de manejarse como criterios para diagnosticar un riesgo de malnutrición en los pacientes oncológicos».
Los cuadros de desnutrición disminuyen la capacidad inmune del propio paciente. «La tolerancia a los tratamientos de quimioterapia y radioterapia es menor. Los enfermos responden peor, toleran menos dosis y sufren más los efectos secundarios. En cirugía influye hasta el punto de que, en algunos casos, ha de retrasarse la intervención para mejorar el estado nutricional del enfermo y todo esto encarece los costes del tratamiento. Algunos estudios estiman que el tratamiento de un paciente oncológico con desnutrición puede costar el doble o, incluso, el triple», concluye la doctora Gómez Candela.
Carmen Gómez Candela precisa que «los tumores que provocan una mayor desnutrición son aquellos que afectan al tracto digestivo -páncreas, esófago y estómago- y los de pulmón. Sin embargo», puntualiza, «también depende de la evolución del cáncer. Por ejemplo, los tumores ginecológicos no producen pérdida de peso inicialmente, pero sí en los estadios más avanzados», añade.