Agencias, 27 de Enero de 2007
Comer menos y realizar más ejercicio físico son dos opciones igualmente beneficiosas para bajar de peso, indicaron investigadores estadounidenses en un estudio que desafía muchos de los principios de las dietas multimillonarias y de la industria del bienestar del cuerpo.
Pruebas realizadas a personas con sobrepeso mostraron que una caloría es sólo una caloría, ya se pierda con dieta o corriendo, dijeron los autores de la investigación.
El equipo halló que no existe un modo mejor que otro para perder los kilos que rodean la cintura o poner en forma los muslos.
El nuevo estudio cuidadosamente controlado aportó pruebas que señalan que aumentar la masa muscular no hace mas eficaz el metabolismo y ayuda a las personas que siguen un régimen a perder aún más kilos.
«Todo se centra en las calorías», dijo el doctor Eric Ravussin, del Centro de Investigación Biomédica de Pennington, que forma parte de la Louisiana State University en Baton Rouge.
«Por lo tanto, como el déficit de energía es el mismo, el peso corporal y la grasa disminuirán de la misma manera», añadió.
Ravussin dijo que el trabajo, publicado en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, es uno de los pocos realizados bajo control que puede demostrar realmente lo que sucede al cuerpo humano mientras realiza dieta o se ejercita.
El equipo de investigadores evaluó a 24 personas, 12 que realizaron una dieta baja en calorías y otros 12 que estuvieron a dieta y además se ejercitaron cinco días a la semana durante seis meses.
Los participantes a dieta comían un 25 por ciento menos de lo normal, mientras que quienes hacían deporte redujeron su consumo calórico un 12,5 por ciento y aumentaron su actividad física para perder un 12,5 por ciento más de calorías.
Todos los alimentos fueron entregados por la universidad en porciones cuidadosamente medidas durante la mayor parte del estudio.
Los voluntarios bajaron alrededor de un 10 por ciento de su peso corporal, un 24 por ciento de su índice de grasa y un 27 por ciento de su grasa abdominal visceral, que se encuentra entre los órganos internos y es considerado el tipo más peligroso de grasa ya que está relacionada con las enfermedades cardíacas y la diabetes.
La distribución de la grasa en el cuerpo no fue distinta en cada caso, lo que ayuda a probar que no existe lo que se conoce como «disminución instantánea», dijo Ravussin en una entrevista telefónica.
Esto sugiere que los «individuos están genéticamente programados para el almacenamiento de grasa según un patrón particular y que esa programación no puede superarse fácilmente», agregó.
«Para la salud general, un programa apropiado de dieta y ejercicio sigue siendo lo mejor», consideró no obstante el experto.