• Los especialistas estiman que este tipo de alergia afecta en torno al 8% de la población infantil y al 3% de los adultos europeos.

JANO.es y agencias, 10 Junio 2008

Un millón de españoles podrían ser alérgicos a alimentos y no todos estarían diagnosticados, según la Dra. Montserrat Fernández Rivas, del Servicio de Alergología del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid, que participa en el Congreso de la Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica (EAACI 2008), que se celebra en Barcelona.

Los estudios estiman que la alergia a alimentos afecta en torno del 8% de la población infantil y al 3% de los adultos europeos, y que ha crecido en los últimos años en España y en el conjunto de Europa. La Dra. Fernández Rivas dijo que la alergia a alimentos ha aumentado su prevalencia en España del 3,6% en 1992 al 7,4% en 2005.

Cerca de una veintena de países participan en el Estudio EuroPrevall, que incluye a 30.000 pacientes y que busca conocer la realidad de la patología en la población general, su prevalencia y los costes que origina. Este «ambicioso» proyecto, explicó la citada especialista, se inició a mediados de 2005 y finalizará el próximo año.

Este proyecto conlleva la realización paralela de tres estudios epidemiológicos: niños desde su nacimiento a los 4 años; pacientes de Servicios de Alergología para observar los diferentes patrones; y población general con edades comprendidas entre los 7 y 10 años y los 20 y 55 años. La Dra. Fernández Rivas dijo que la mayor prevalencia en niños hace que una «parte importante» del estudio vaya dirigido a la detección precoz.

Aseguró que las alergias son diferentes dependiendo de la franja de edad y del territorio. Así, aseguró que en los niños son más frecuentes las alergias a la leche o al huevo, mientras que los adultos son más proclives a ser alérgicos al pescado y las verduras.

Por territorios, en España es más habitual la alergia al melocotón y el melón, mientras que en Centroeuropa, lo es la alergia a la manzana y la avellana; y en el Reino Unido, al cacahuete. Sin embargo el kiwi es la fruta que está produciendo más casos de alergia alimentaria en Europa.

La coordinadora del Estudio EuroPrevall, la escocesa Claire Mills, dijo que la prevalencia es diferente en cada país y que, en muchas ocasiones, marcan la calidad de vida del paciente. Uno de los objetivos de los alergólogos, apuntó, es dar a conocer a los pacientes cómo reaccionar en caso de una ingesta accidental del alimento al que es alérgico.

Uno de los mayores problemas de la alergia a alimentos es el diagnóstico. Los especialistas señalan que es muy complicado saber diferenciar aquello qué es alergia a los alimentos y qué no lo es, según explicó Ronald van Ree, de la Universidad de Amsterdam. En este sentido, sólo una de cada tres consultas se confirma como alergia a alimentos tras la realización de las pruebas pertinentes.

El alergólogo holandés explicó que los tests para detectar la alergia duran dos días y no todos los centros están preparados para realizarlos, debido a su coste. El Dr. Van Ree recordó que las alergias han crecido en los países europeos, pero también en otros en vías de desarrollo.

Otro de los problemas que limita la calidad de vida de los pacientes alérgicos a alimentos es la falta de información en las etiquetas de los productos, ya que el listado de ingredientes «no está claro o es insuficiente», declaró la Dra. Mills. EuroPrevall estudia nuevas ideas para conseguir incluir más información en el etiquetado de los alimentos.

En la actualidad, el único tratamiento de la alergia a alimentos consiste en evitar el alimento causante de la reacción alérgica, aunque esto «no es suficiente». En este contexto, el Dr. Ernesto Enrique, del Hospital General de Castellón, ha llevado a cabo un estudio con «resultados satisfactorios» con una vacuna frente a la alergia a la avellana.

Sus resultados demostraron que aquellos que recibieron la vacuna incrementaron la tolerancia de 2,29 gramos a 11,56 gramos. Además, el 50% de los pacientes vacunados toleró una dosis de 20 gramos, lo que supone la posibilidad de ingerir entre 15 y 20 avellanas. «Hace falta confirmar su eficacia a largo plazo», concluyó este alergólogo.