consumer.es 17 de marzo de 2006
Los probióticos pueden añadirse a los alimentos, como yogures y otros productos lácteos fermentados, o tomarse como suplementos. Actualmente se están realizando estudios clínicos para comprobar la capacidad de los preparados probióticos para prevenir o tratar enfermedades específicas. En la UE, el proyecto PROEUHEALTH, en el que participan investigadores de 16 países, pretende conocer mejor la forma en la que los probióticos favorecen la salud.
Los estudios realizados hasta ahora han permitido obtener resultados satisfactorios en la prevención de la diarrea aguda infantil, el control de los síntomas de las enfermedades inflamatorias intestinales, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la reducción de alergias en recién nacidos. El proyecto PROEUHEALTH trabaja en la determinación de las bacterias que están presentes en un intestino sano y los cambios que se producen con la edad, la dieta y el estilo de vida.
Los primeros trabajos han demostrado que los prebióticos tienen un efecto real en las bacterias intestinales y que tienen un potencial mucho mayor en cuanto a sus efectos sobre la salud. Según informa el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (Eufic), se necesitan continuar investigando los efectos exactos sobre la salud de preparados probióticos específicos y la verificación de que su consumo a largo plazo es seguro.
Por el momento ya se han establecido pautas para garantizar que estos alimentos contienen cepas bacterianas seguras y que se hayan realizado los estudios apropiados para demostrar su efecto beneficioso en el organismo. Está previsto que las directrices europeas sobre alegaciones relativas a propiedades saludables proporcionen una mayor protección a los consumidores ya que fomentarán la información específica sobre los efectos beneficiosos de los probióticos.