Nutriguia, 22 de Septiembre 2005
Algunos conceptos sobre las dietas, varios de ellos equivocados durante años, están siendo revisados, según las nuevas recomendaciones de los organismos federales de salud de Estados Unidos.
Las conocidas dietas Atkins y South Beach están siendo revisadas a la luz de las nuevas recomendaciones de dichos organismos que señalan que ambos regímenes omiten una de las principales normas actuales: contar las calorías.
Las novedades consisten en el hecho de reconsiderar que las dietas «low fat» o con bajo contenido de grasa (que son las que se recomendaron durante estos últimos años), dieron por resultado un crecimiento exponencial de los índices de obesidad en EEUU, y lo que es peor aún, la preocupante subida de los indicadores en niños y adolescentes.
Ahora lo que se pregona es el cambio de los hidratos de carbono -por ejemplo los que están dentro del arroz o almidones- por los que se encuentran en las frutas y en las verduras.
Las dietas South Beach y Atkins se parecen en lo siguiente: en las primeras semanas abogan por la eliminación de los carbohidratos llamados fuertes, permitiendo los provenientes de las frutas y las verduras.
El doctor Arthur Agatstton, creador de la dieta South Beach, habla de los buenos carbohidratos, no de la baja cantidad de hidratos de carbono de la dieta.
Insistimos los buenos son los que están sobre todo en los vegetales, las frutas y los cereales, contra los malos que se hallan entre los almidones como pastas, arroz, etc.
La epidemia de obesidad en Estados Unidos, no sólo abarca los nacidos en el país, sino que se extiende a gran parte de la población inmigrante, especialmente entre latinos que al tratar de asimilar las costumbres de un nuevo país, también asimilan las incontables e incontrolables calorías de las comidas rápidas, ya vengan en forma de suculentos desayunos a base de huevos, panceta, tortitas o de comidas rápidas como hamburguesas y patatas fritas.
En cuanto a la cantidad, antiguamente las porciones de palomitas de maíz o «pop corn» que se servían en Estados Unidos no excedían el contenido de un vaso de tamaño mediano, unos 200 cc o ml. Hoy en día esa porción se ha transformado en un balde que ha multiplicado por varias veces al antiguo tamaño.
Para Colette Hermowitz, vicepresidente de investigación y educación de Atkins Nutritionals, las nuevas directivas del gobierno se acercan a las recomendaciones de la dieta de Atkins. Esta última recomienda comer por lo menos unas cuatro tazas de vegetales por día mientras que los organismos federales recomiendan dos y media.
Para Eric Hentges, director del Departamento de Promoción y Nutrición de Estados Unidos, el mensaje más importante es que hay que contar las calorías que se ingieren por día y dentro de ellas tratar de obtener la mayor nutrición de lo que se consume.
Esto obviamente dependerá de la actividad que desarrolle cada uno. No son los mismos requerimientos los de un deportista que se entrena varias veces por día de quien se halla trabajando sentado en una oficina durante toda la jornada.
Como siempre, lo importante en la vida consiste en el equilibrio. Dependerá de la calidad y cantidad de calorías con la que alimentemos a nuestro cuerpo para que tenga un buen funcionamiento y una buena salud