El mundo, 3 de marzo de 2005
Un estudio científico sobre el vino y las enfermedades cardiovasculares, realizado por expertos del Hospital Clínico Universitario de Barcelona, resalta los efectos beneficiosos que el consumo moderado de vino tiene en la prevención de lesiones arteriales y de la trombosis, así como sus efectos antiinflamatorios.
Este estudio corrobora la creencia histórica sobre los beneficios del vino sobre la salud, y aporta un contraste empírico-científico, asegura Elena Espinosa, ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, que admite además que este estudio supone un apoyo complementaria para el sector vinícola tras las actuaciones realizadas para lograr mejorar la calidad de los vinos.
Además, estudios como este redundan en una mejora de la calidad de los vinos, asegura Espinosa. La confirmación científica sobre las bondades del vino sobre el sistema cardiovascular han quedado reflejadas en este estudio, titulado Vino y enfermedades cardiovasculares, que revela que el consumo moderado de vino (uno 20 o 30 gramos al día) reduce hasta un 96% la capacidad de adhesión al endotelio vascular de las células que provocan aterosclerosis, con lo que consigue una reducción de esta cardiopatía isquémica de entre el 10% y el 30% en personas sanas y del 30% o 40% en pacientes con enfermedad coronaria.
En el estudio han participado instituciones de Francia, Gran Bretaña e Italia, y ha contado con la colaboración de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN). En el estudio, los expertos destacan que el vino constituye un importante antioxidante y antiinflamatorio y previene lesiones arteriales y la trombosis arterial. Sus responsables admiten que «a pesar de sus bondades, no hay que olvidar que el vino es una bebida alcohólica que si se toma en dosis elevadas y permanentes puede tener efectos perjudiciales».