Nutriguia, 26 de mayo de 2003.
Las dietas pobres en hidratos de carbono y ricas en grasas y proteínas se han hecho muy populares en los últimos años para la pérdida de peso y sin embargo no existen estudios cientificos que hallan evaluado su eficacia.
Dos trabajos publicados simultáneamente en el «New England Journal Of Medicine», evalúan los beneficios de las dietas pobres en hidratos de carbono (HC) frente a las hipocalóricas más convencionales. Aunque se reconoce que los resultados no consiguen aclarar definitivamente la controversia en torno al beneficio de este tipo de dietas, si parece que podrían aportar ciertos beneficios.
El primer ensayo incluye a 63 sujetos obesos que recibieron una dieta pobre en HC o una hipocalórica convencional sin gran seguimiento médico en ningún grupo para simular las condiciones de la vida real. La adherencia fue muy mala en los dos casos con un 41% de abandonos. Las diferencias en reducción del peso no fueron significativas entre uno y otro grupo a los 12 meses. Tampoco hubo diferencias a los tres meses en los niveles de colesterol o LDL y sin embargo a lo largo de todo el estudio, existió una diferencia favorable al grupo bajo en HC respecto a los niveles de triglicéridos y HDL.
En el segundo ensayo, 132 sujetos con obesidad severa recibieron o bien una dieta pobre en HC o bien otra hipocalórica y con restricción de grasas. Sólo 79 sujetos consiguieron completar los 6 meses de seguimiento. La reducción de peso fue significativamente mayoe en el primer grupo. Además el grupo de dieta pobre en HC mostró una mayor reducción de los niveles de triglicéridos y en los sujetos no diabéticos se observó una mejoría de la sensibilidad a la insulina.
En opinión de los autores, para sujetos con obesidad muy importante, y alta prevalencia de diabetes o síndrome metabólico, este tipo de dietas pobres en HC consigue mayores pérdidas de peso y beneficios metabólicos que las dietas convencionales. Sin embargo, los resultados deben ser interpretados con cautela dadas las pequeñas diferencias entre grupos y el corto período de estudio.
En ambos trabajos los investigadores reconocen la necesidad de nuevos ensayos que ayuden a establecer de forma definitiva las ventajas de esta dieta. Aun así, sus resultados consiguen aumentar nuestro conocimiento sobre los efectos de las dietas pobres en HC.
fuente: N Eng J Med 2003;348:2057-58, 2074-81, 2082-90, 2136-37