Diario Medico, 7 de Noviembre de 2002
Los trastornos en la alimentación, ya sea por exceso o por defecto, pueden provocar complicaciones respiratorias, como el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS), que afecta al 40 por ciento de los enfermos con obesidad, según advirtió la Sociedad Catalana de Neumología (SOCAP).
La apnea es una enfermedad que se manifiesta cuando los pacientes dejan de respirar durante varios segundos mientras duermen y tienen lo que se conoce como despertares a nivel electroencefalográfico, cuyo principal síntoma es la somnolencia diurna. Según los expertos, la obesidad juega un papel importante en el desarrollo de la misma debido a sus implicaciones mecánicas.
«La concentración de grasa en ciertas partes del cuerpo puede favorecer la obstrucción respiratoria, sobre todo cuando hablamos de obesidad central o aquella que afecta principalmente a la faringe y al abdomen», explicó la médico adjunto del servicio de neumología del Hospital de Bellvitge (Barcelona), Carmen Monasterio.
Además, la aparición de esta enfermedad, que afecta a ocho hombres por cada mujer y es más frecuente en torno a los 50 años, no requiere de grados elevados de obesidad, sino que puede ser consecuencia de un simple sobrepeso, añadió. En concreto, señaló que a partir de un Índice de Masa Corporal superior a 27 o 28 puntos se corre el riesgo de padecer este trastorno respiratorio.
Por ello, Monasterio advirtió que el tratamiento de este tipo pacientes «tiene que ir acompañado de una dieta adecuada» que, en los casos más graves de obesidad, puede incluir la gastroplastia, «técnica que sí consigue grandes resultados en la función respiratoria del enfermo». No obstante, los expertos recomiendan a los pacientes obesos que tomen medidas preventivas adicionales a la aparición de trastornos respiratorios, como evitar el alcohol, los sedantes y el tabaco y mejorar el flujo nasal, además de perder peso.