El colesterol es una gran amenaza para nuestra salud a la que contribuyen un ritmo de vida acelerado, el estrés, malos hábitos alimenticios, falta de ejercicio y tabaco. Todo ellos reducen nuestra calidad de vida perjudicando el buen funcionamiento de nuestro organismo.
A diferencia de lo que la gran mayoría cree, el colesterol es indispensable para el buen funcionamiento de nuestro organismo y su presencia en niveles normales es fundamental para el buen funcionamiento del organismo humano, pero si no cuidamos nuestra alimentación puede llegar a convertirse en nuestro peor enemigo.
El colesterol es un tipo de grasa, un lípido, que se encuentra en la sangre. Su existencia es necesaria para fabricar la estructura de las membranas celulares, las sales biliares y además para producir algunas hormonas y vitaminas. Su presencia en el cuerpo humano procede de los alimentos ingeridos y del que produce el hígado.
Al ser una sustancia insoluble, debe ser transportada a través de las lipoproteínas, que lo recogen en el hígado y lo distribuyen en los tejidos. Cada día se elimina un gramo de colesterol por medio de las sales biliares en las heces. Sin embargo, el 98% de las sales biliares son reabsorbidas en el intestino por lo que vuelven al hígado a través de la circulación enterheropática.
A continuación se detallan los valores de lípidos en sangre, que se consideran deseables para la población general. No hay que olvidar que debe valorarse cada caso en particular, según el riesgo cardiovascular global de cada persona.
CIFRA ÓPTIMA:
Triglicéridos < 200 mg/dL
Colesterol LDL < 130 mg/dL
Colesterol HDL > 40 mg/dL
CT límite superior 200 mg/dL
(CT: Colesterol Total. Recomendaciones de la Fundación de Hipercolesterolemia Familiar)
Enfermedades relacionadas con el colesterol
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en todo el mundo desarrollado. Un alto nivel de colesterol en la sangre puede llegar a obstruir las arterias y provocar un infarto de miocardio o angina de pecho. Además se asocia con la aterosclerosis.
La aterosclerosis consiste en la inflamación crónica de las arterias. Estudios basados en datos experimentales y clínicos han contribuido a evidenciar el papel del colesterol transportado por las lipoproteínas de baja densidad (LDL) en el desarrollo de la aterosclerosis. Esto ha llevado a considerar el nivel de colesterol LDL como el parámetro más importante del balance lipídico, mientras que el nivel de colesterol HDL (transportado por lipoproteínas de alta densidad) aporta una información predictiva adicional.
El colesterol elevado es uno de los factores de riesgo coronario junto al tabaquismo, la hipertensión arterial, la diabetes y el sedentarismo. Es importante señalar que, cuando una persona tiene más de un factor de riesgo añadido, el daño no es la suma de los efectos aislados de cada uno de ellos sino la multiplicación de los mismos con los efectos negativos que se derivan. También la obesidad presenta factores de riesgo coronario relacionados con el colesterol. Por último, el alcoholismo provoca hipertrigliceridemia.
La prevención de un alto nivel de colesterol en la sangre (hipercolesterolemia) se basa en una buena dieta y en la práctica de ejercicio, cuyos beneficios serán: la disminución de LDL y el aumento de HDL, así como la disminución de los niveles de triglicéridos.
Esteroles vegetales o fitoesteroles
El colesterol es un componente esencial de las membranas celulares en las especies animales, siendo los fitoesteroles su homólogo en el reino vegetal.
Los fitoesteroles o esteroles vegetales son moléculas que inhiben la absorción de colesterol, por lo que tienen un efecto hipocolesterolemiante. El consumo medio de esteroles vegetales en las dietas occidentales oscila entre 0,2 y 0,4 g diarios, cantidades insuficientes para conseguir una reducción significativa del colesterol.
El consumo diario de 1 a 3 g de esteroles vegetales ha demostrado:
- Reducir la tasa de colesterol LDL entre un 5 y un 15 %
- Reducir el colesterol total
- No alterar las tasas de colesterol HDL ni de triglicéridos
Es importante recordar que dosis superiores a 3 g diarios no producen disminuciones adicionales en los niveles colesterol.
La seguridad y tolerabilidad de los esteroles vegetales ha sido demostrada científicamente en numerosos estudios.