Cocinas del mundo. La guía para los viajeros apasionados por la gastronomía

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  • Una vuelta al mundo con el paladar; un libro lleno de bocados exquisitos y de curiosidades para los que saben que la cocina es siempre una parte imprescindible e inolvidable de cualquier viaje
  • Con contribuciones de reputados gastrónomos
  • Con recomendaciones de los mejores lugares para disfrutar in situ de los platos locales
  • Con información cultural y consejos de cómo comportarse a la mesa en los distintos países
  • Con más de 50 recetas de todo el mundo para preparar el mejor viaje desde la cocina de casa

Cuando viajamos, la comida suele ser una de las claves imprescindibles para disfrutar del viaje. A través de la gastronomía descubrimos lugares, gentes, tierras y culturas y no solo volvemos a casa con recuerdos deliciosos, sino que volvemos inspirados. En muchas ocasiones nos enamoramos de un lugar al primer bocado; otras veces, una mala experiencia gastronómica puede amargarnos el viaje.

Los que viajan con el paladar se hacen miles de preguntas, como estas: ¿Cómo pedir fideos en Japón? ¿Cómo disfrutar a tope y sin miedo en los puestos del zoco de Marrakech? ¿Cuáles son las claves de la cocina medicinal en Corea?, ¿Cuáles son los mejores mercados callejeros del mundo? ¿Y los diez platos básicos de la cocina judía? ¿Cómo hacer un buen kebab? ¿Y unos antojitos mexicanos? ¿Por qué y desde cuándo son las baguettes un emblema nacional de Francia? ¿Cómo comer con palillos y o quedar mal?….

Cocinas del mundo aborda estas cuestiones y otras muchas, reuniendo centenares de pequeños artículos acerca de las peculiaridades de cada gastronomía; el resultado es un libro de cocina para viajeros y de viajes para buenos cocineros, que es un regalo para amantes de la buena mesa y para los grandes viajeros.

Los autores son algunos de los viajeros más experimentados de las guías Lonely Planet que han recorrido el mundo y conocen de primera mano las peculiaridades gastronómicas de todos los rincones de la Tierra. En Cocinas del mundo, han recopilado una gran cantidad de experiencias gastronómicas que guían el paladar de punta a punta del planeta.

Cocinas del mundo es un libro de gastronomía pero también una guía para dar la vuelta al mundo por las peculiaridades culinarias de cada región o país, por los restaurantes e incluso puestos callejeros donde nos espera una experiencia culinaria digna de recordar. Un libro lleno de bocados exquisitos y de curiosidades para los que saben que la cocina es siempre una parte imprescindible e inolvidable de un viaje.

La estructura del libro

En formato de libro ilustrado, con multitud de fotografías, pero sin renunciar a la información de una guía práctica, Cocinas del mundo recoge contribuciones de importantes expertos en gastronomía, junto con las recomendaciones de los mejores lugares para probar, in situ, cada plato y con información cultural para comportarse a la mesa de cada país o región. Para los que quieran “repetir plato” de vuelta en casa o para los que no pueden viajar tan lejos, se incluyen más de 50 recetas de los platos más significativos de las cocinas del mundo.

Este paseo por las cocinas del mundo nos lleva a algunos de los países donde la gastronomía forma parte de la experiencia viajera de forma más notable. Los países seleccionados por los viajeros de Lonely Planet para profundizar en sus cocinas son: China, Francia, Alemania, Grecia, India, Italia, Japón, México, Marruecos, Corea del Sur, España, Tailandia, Turquía y Estados Unidos.

La segunda parte del libro nos acerca a las grandes regiones gastronómicas, las que comparten rasgos, platos y productos similares que les dan una cierta unidad, a la vez llena de notas singulares: Australia y Nueva Zelanda, las Islas Británicas, el Caribe, Europa del Este y Rusia, Latinoamérica, Oriente Medio, Norte de Europa, Sureste Asiático y el Subcontinente Indio.

De cada “cocina del mundo” se explican, con magníficas fotografías, los principales ingredientes de la gastronomía de cada país, cómo preparar los platos más típicos y dónde probarlos in situ, además de incluir anécdotas, curiosidades y un calendario de las fiestas más significativas que nos darán la oportunidad de tener buenas experiencias gastronómicas locales.

Además, el libro está salpicado con artículos breves sobre gastronomía general en los que nos selecciona los mejores quesos de Europa, los mejores desayunos del mundo, diez propuestas para adictos al chocolate, las mejores experiencias gastronómicas en África, donde probar el café más delicioso del planeta, diez platos imprescindibles de la cocina judía, los mejores mercados del mundo o los restaurantes del mundo imprescindibles para el gran viajero.

Curiosidades

La buena comida mueve montañas, o al menos a un montón de viajeros que
encuentran en la diversidad gastronómica un excelente estímulo. Para todos los
que preparan su particular vuelta al mundo de los sabores, o para los que de
momento no pueden permitirse este viaje, Cocinas del mundo permite recorrer
las mejores cocinas del planeta desde la cocina de nuestra casa.
Es apasionante descubrir las curiosidades gastronómicas del planeta con estas
pistas culinarias. Aquí van unos “aperitivo”, para abrir boca:

1. Cocina medicinal en China

Tofu, pescado, especias que aturden los sentidos y vinagres extrafuertes.
En China, los amantes de la comida más atrevidos rebasan todos los límites culinarios, mientras que los remilgados acaban seducidos por la comida local.

Una de las curiosidades que todo viajero por China apunta es la llamada cocina medicinal o yaoshan, una combinación de alimentos nutritivos y hierbas terapéuticas como el ginseng o el cordyceps que, según los chinos, previene o cura enfermedades y aumenta la longevidad. Suelen ser tónicos hervidos durante horas, ricos estofados a base de pollo o los órganos sexuales de algunos animales.

En realidad, según la tradición china, todos los alimentos tienen efectos medicinales. Cuando uno no se encuentra bien, el cuerpo se desequilibra (se calienta, seca o enfría en exceso) pero el uso adecuado de los alimentos puede ayudar a equilibrarlo. Por ejemplo, alimentos refrescantes como el melón amargo pueden calmar una garganta irritada, que es el síntoma de que el cuerpo se ha
recalentado.

2. Francia, el paraiso de la ‘baguette’

Francia es el destino por excelencia para los amantes de la cocina. Sus productos son famosos y sus chefs también pero hay alimentos muy, muy humildes que se han ganado por derecho propio un hueco en su exquisita cuisine. El más sencillo y a la vez el más francés es la baguette. Hasta el viajero con presupuesto mínimo encontrará una boulangerie donde comprarlas.

La típica baguette es un invento moderno que reapareció tras la II Guerra Mundial, cuando los franceses, hartos de la escasez de comida y el pan negro, se decantaron por la frescura diaria de esta barra de pan blanco de 250 g, corteza gruesa y suave interior, aromática y bien horneada. Para ellos bajar a la boulangerie es un incomparable ritual diario y partir el cuscurro y comérselo de vuelta a casa forma parte de ello. Las barras deben tener entre 50 y70 cm de largo y los cortes en diagonal aparecieron en la década de 1850, cuando los panaderos descubrieron la necesidad de liberar el dióxido de carbono caliente del interior de la masa en crecimiento. En 1919, una ley los prohibió trabajar entre las 22.00 y las 4.00, por lo que se necesitaba una barra que se pudiera cocer rápidamente al amanecer.

Aquí van las cinco mejores catas de baguette: recién hecha, a palo seco; con mantequilla bretona; al día siguiente para el desayuno, mojada en el café con leche; seca, cortada en dados y sumergida en fondue de queso; en rebanadas, bañada con queso fundido y por encima de la tradicional sopa de cebolla.

3. Alemania: salchichas, salchichas y más salchichas

El alimento que más se identifica con Alemania es la modesta Wurst (salchicha), aunque con más de 1500 variedades quizá quede poco espacio para la modestia. Dentro de los tres grandes tipos –la Brühwurst (escaldada o cocida al vapor, como la Frankfurter), la Kochwurst (completamente cocida, como las de sangre o de hígado) y la Rohwurst (crudas y curadas como la Mettwurst)– hay un sinfín de variantes regionales. Y, por supuesto, también está la Bratwurst, una categoría en sí misma que cuenta con más de 50 variedades, desde la pequeña Nürnberger Rostbratwurst, de solo 8 o10 cmde largo y servida en platos de 6 o 12 unidades, hasta la intimidante Mainfränkische Meterbratwurst del norte de Baviera, que mide 1 m.

La propuesta más joven y radical de la familia es la Currywurst. Bañada en kétchup y sazonada con curry, esta salchicha de cerdo es la comida rápida más popular de Alemania. Comúnmente servida en los Imbiss (puestos de comida rápida), la Currywurst fue inventada en 1949 por una trabajadora de un establecimiento berlinés después de que unos soldados británicos le facilitaran salsa Worcester, kétchup y curry en polvo. Desde que esta mujer empezó a vender este picante bocado a los hambrientos trabajadores de la construcción, los amantes de esta salchicha nunca se han arrepentido de su elección.

La propuesta más joven y radical de la familia es la Currywurst. Bañada en kétchup y sazonada con curry, esta salchicha de cerdo es la comida rápida más popular de Alemania. Comúnmente servida en los Imbiss (puestos de comida rápida), la Currywurst fue inventada en 1949 por una trabajadora de un establecimiento berlinés después de que unos soldados británicos le facilitaran salsa Worcester, kétchup y curry en polvo. Desde que esta mujer empezó a vender este picante bocado a los hambrientos trabajadores de la construcción, los amantes de esta salchicha nunca se han arrepentido de su elección.

4. India: espacias que dan sabor a la vida

El terreno culinario de la India es tan variopinto como su paisaje. Ambos están impregnados de historia y son muy apetitosos. Para los vegetarianos, es el paraíso y para los amigos de lo picante y los platos especiados es como subir al cielo.

Las especias han desempeñado durante siglos un papel crucial en la vida india, como condimentos y como medicinas en los tratamientos ayurvédicos. De hecho, cuando Cristóbal Colón se topó con América, iba en busca de la pimienta negra de la costa malabar de Kerala.

Hoy los gastrónomos buscan la mejor pimienta negra y dicho ingrediente es fundamental en muchos de los sabrosos platos indios. Se use en grano o molida, para dar sabor, aroma o color, con verduras, carne, pescado o dulces, cada especia tiene su uso culinario y medicinal, y se emplea en las mezclas llamadas masalas.

La mayor parte de los curries indios llevan cúrcuma como esencia principal, pero las semillas de cilantro son las más usadas, pues brindan un intenso sabor a casi cualquier plato salado. Las especialidades indias “mojadas” –curries en Occidente– suelen empezar con el chisporroteo de las semillas de comino en aceite caliente, pero la reina de las especias indias es el cardamomo. El verde de los Ghats occidentales de Kerala se considera el mejor del mundo y se hallará en platos salados y postres. También se usa como refrescante digestivo. El negro, más grande, se cultiva en el noreste, tiene un sabor más fuerte y suele condimentar platos de carne.

Otra especie muy utilizada es el amchur o mango en polvo, hecho con mangos verdes que se pelan, se secan al sol y se muelen hasta convertirlos en polvo. Esta fruta ácida da fuerza a muchos platos. El azafrán –los estigmas secos de la flor homónima que se cultiva en la región norte de Cachemira– es tan ligero que hace falta recoger más de 1500 flores para obtener1 g. Debido a su elevado precio, a veces se adultera (en general con alazor) para venderse a precios más baratos en la India y
otros países.

5. Japón: protocolo en la mesa

La belleza de un plato japonés atrae por su sencilla elegancia y acaba siendo contemplado hasta el más mínimo detalle. Al probarlo, esa sencillez adquiere una fuerza inimaginable. Para sentarse a la mesa con los japoneses, hay que saber previamente, algunos detalles de su particular protocolo. Aquí van tres claves:

  • Hay que decir itadakimasu (literalmente, “recibo”) antes de empezar. Al terminar se dan las gracias al anfitrión o al camarero diciendo Gochisō-sama deshita (“Ha sido un festín”).
  • Los hashi (palillos) no deben clavarse en vertical en un bol de arroz, ya que así se ofrece el arroz en los rituales budistas a los muertos. Tampoco hay que pasar la comida de los palillos de uno a los de otra persona, otro gesto ritual funerario.
  • En Japón se considera normal sorber los fideos, incluso es algo que se espera. Esto enfría los fideos calientes y muchos sibaritas dicen que realza el sabor. De hecho, una de las mejores formas de juzgar un restaurante de rāmen es escuchar el sonido de los clientes al sorber.

Datos:

  • Cocinas del mundo
  • Autor: Varios
  • Colección: Viaje y aventura
  • Editorial: Lonely Planet-GeoPlaneta
  • ISBN: 978-84-08-11984-5
  • P.V.P: 27,50 €
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