Como ocurre con la mayoría de los alimentos frescos, a la hora de comprar pollo es conveniente observar determinados aspectos que contribuirán a que realicemos una elección acertada, y a que nuestras recetas sean más sabrosas y apetecibles:
En cuanto al aspecto de la carne
- Las patas del pollo deben de ser brillantes y flexibles
- La carne ha de estar firme y los muslos musculosos
- Los ojos deben brillar
- La piel que recubre la pechuga debe ser blanca
- No debe despedir olor desagradable
- Su color puede ser blanco o amarillo. La pigmentación de la piel del pollo depende de la alimentación que se da a las aves. La carne de pollo es blanca cuando su alimentación ha estado basada en el trigo, y amarilla, cuando ha sido alimentado con maíz.
En cuanto al tamaño de la pieza
- Los pollos más jóvenes y rollizos son los mejores para incluir en la cesta de la compra
- Cuanto mayor es el pollo, más sabor tiene
- Si deseamos utilizarlo para un asado, es conveniente que la pieza sea grande (unos 2 kilos) y que tenga bastante grasa, para evitar que se seque una vez horneado
- Si lo que queremos es guisarlo, su tamaño también deberá ser grande
- Si por el contrario compramos un pollo con la intención de saltearlo, lo más idóneo es elegir una pieza joven, para que «se haga» más fácilmente
Consejos para la manipulación
- Una vez comprado, el pollo debe estar el menor tiempo posible sin refrigerar. Cuando no esté cocinado, su tiempo en la nevera no debe exceder de dos días, mientras que si está cocinado, aguantará unos cuatro días en el refrigerador. Si no se va a cocinar en las próximas horas, la congelación puede ser una buena opción.
- Antes de cocinar la carne de pollo, debe lavarse con agua abundante y secarse posteriormente.
- Si se ha comprado un pollo protegido por un plástico, es conveniente sustituirlo al llegar a casa por papel de aluminio si no se va a consumir de forma inmediata.
- Cuando queramos posponer su consumo, podemos almacenarlo congelado durante unos seis meses. A la hora de descongelarlo, ha de hacerse de forma lenta y dentro del refrigerador. Nunca hay que cocinarlo sin que esté totalmente descongelado.
Tipos de pollo
Aunque el tipo de pollo que en la actualidad se consume en mayor medida es el llamado pollo de granja, existen diversas variedades cuya diferencia la encontramos en el tipo de carne que ofrecen, cada una de ellas aconsejable para elaborar distintos platos y formas de cocinado:
- Pollo de Granja: Pollo criado en granjas, cuyo crecimiento es cuidado de cerca desde su nacimiento hasta su sacrificio. Tal y como establece la ley, se observa y analiza su alimentación, su estado saludable y el mantenimiento permanente de las medidas higiénico-sanitarias en las instalaciones, necesarias para que se desarrolle sano y equilibrado.
- Para utilizar en: Asados, guisos variados, arroces en cazuela o paella, parrilla, croquetas, rellenos de rollitos, guisados al curry.
- Pollo de Corral: Cuando ha sido alimentado con granos, su vida ha transcurrido al aire libre. Su carne es más sabrosa y tiene menos grasa.
- Para utilizar en: Asados al horno, estofados variados a fuego lento.
- Gallina: Es la hembra adulta. Muchas personas la utilizan para la preparación de guisos y caldos, ya que su carne es muy grasa, fibrosa y aromática, aunque de peor textura. Se sacrifica cuando cesa su capacidad de puesta.
- Para utilizar en: Cocidos, pucheros de garbanzos, pepitoria. Caldos y consomés.
- Pollo Picantón: Su carne es tierna y blanda, pero con poco sabor. Suele pesar 500 grs., ya que se sacrifica con un mes de edad.
- Para utilizar en: Guisados con salsa de tomate, con menestras de verduras, salteados en aceite.
- Pollo Tomatero o coquelet: Posee una carne de excelente sabor, pesando entre 500 grs. y 1 kg.
- Para utilizar en: Guisos con verduras, asados, en papillote, hervidos en caldo o al vapor.
- Pularda: Es una hembra sobrealimentada y castrada, de entre 6-8 meses, llegando a pesar entre 2.5-3 kg.
- Para utilizar en: Asados al horno
- Capón: Macho castrado y sobrealimentado que se sacrifica con un peso de entre 3-3.5 Kg. a los 4 ó 5 meses de edad.
- Para utilizar en: Asados al horno