El cava es una bebida natural de moderado contenido alcohólico, ligera presencia de burbujas y baja temperatura de consumo. Para disfrutar de todas sus cualidades durante la época estival, el Consejo Regulador del Cava recomienda:
- Aperitivo ideal. Es en ese momento donde el sabor del cava se hace más intenso, ya que el paladar está limpio de sensaciones, potenciándose los sabores de alimentos. Para el aperitivo son recomendables los brut nature (sin azúcar añadido), extra brut (hasta 6 gramos de azúcar por litro) y brut (hasta 15 gramos) porque son más refrescantes. El cava puede acompañarse de los más variados aperitivos: aceitunas, tortilla de patatas, patatas chips, frutos secos, ensaladilla rusa, ostras, canapés variados (jamón serrano, queso, langostinos, salmón, foie, etc.).
- Dónde adquirirlo. Se recomienda su compra directa en bodega o adquirirlo en tiendas especializadas u otros establecimientos que tengan importante rotación de producto y dispongan de locales adecuados para su conservación.
- Cómo identificarlo. El consumidor debe asegurarse de que la botella lleve el distintivo de control numerado del Consejo Regulador (sello o tirilla), y que tanto en el corcho como en la etiqueta conste la palabra cava.
- Cómo conservarlo. No es recomendable que el cava envejezca en casa. Se recomienda su consumo inmediato. No obstante, si se conserva en condiciones óptimas, podemos guardarlo varios meses sin que se resienta su calidad. La temperatura óptima de conservación es de unos 15º y una humedad relativa del 60 al 70%. El cava debe situarse tumbado en zonas oscuras, protegiéndolo de la luz y evitando malos olores, corrientes de aire, vibraciones y cambios bruscos de temperatura. Si no se dispone de una bodega acondicionada se conservará en la habitación más fresca de la casa. Los armarios frigoríficos diseñados para la conservación de vinos son un buen lugar para conservar el cava.
- Cómo enfriarlo. La mejor forma es introduciendo la botellas en un recipiente que contenga mitad de hielo y mitad de agua, como mínimo media hora antes de su consumo. También se puede utilizar el frigorífico, teniendo en cuenta que como mínimo se precisan tres horas para enfriarlo. No obstante, es aconsejable colocarlo en el refrigerador el día antes, procurando que una botella no permanezca muchos días en la nevera. En caso de urgencia se puede utilizar el congelador, pero nunca para cavas de larga crianza.
- A qué temperatura servirlo. La temperatura ideal para servir los cavas jóvenes es de 6º a 8º y los crianzas entre los 8º y 10º, teniendo en cuenta que al servirlo sufre un incremento de 2º o 3º y que, como media, su temperatura asciende 1º cada tres minutos.
- Cómo descorcharlo. Es muy importante evitar cualquier movimiento brusco que pueda agitar su contenido. En primer lugar se retira la cestilla de alambre o bozal que sujeta el corcho. A continuación se coge la botella por el cuerpo con una mano y el corcho con la otra, de forma que con el dedo pulgar se sujete el tapón. La botella se inclina unos 45º y se gira dejando salir progresivamente el tapón, sujetando el corcho para que en el momento de la apertura salga suavemente el gas sin provocar el clásico taponazo.
- Cómo y en qué copa servirlo. Para servir el cava se coge la botella por el cuerpo, nunca por el cuello, ya que resulta incómodo y antiestético. En el caso de la botella de 1,5 l. (magnum) se sujeta introduciendo el dedo pulgar en la concavidad del fondo y la mano extendida a lo largo de la base de la botella. Si no se tiene suficiente fuerza, se puede sujetar la botella por el cuello con la otra mano. El cava debe resbalar lentamente sobre la pared de la copa sin sobrepasar 2/3 de su capacidad. La espuma, a veces, impide que la copa pueda llenarse de una sola vez. Las copas idóneas para servir el cava son de cristal blanco y transparente, altas y preferentemente en forma de tulipa para visualizar la columna de burbujas que forma y disfrutar de su aroma. Es aconsejable sujetar las copas por su pie para no calentar el cava, sobre todo en la época estival.
- Cómo consumirlo. El cava hay que saborearlo, admirar sus pequeñas y finas burbujas, la riqueza de sus aromas, la complejidad de su gusto, por lo que no debe beberse con prisas. Sin hacer un uso abusivo es bueno para la salud y da grandes satisfacciones a quien lo consume. Cuando se sirven diferentes cavas el orden de servirlo es de menor a mayor crianza y de menos a más contenido en azúcares.
- Garantía de calidad. Todos los cavas están sometidos a rigurosos controles por parte del Consejo Regulador del Cava, que garantiza la calidad y el origen del producto.