Nuevos estudios que confirman la importancia de tomar desayuno aseguran que éste es aún más beneficioso si incluye leche, y que el hábito tiene gran potencial como apoyo a la pérdida o mantenimiento de peso. «Son dos pequeños pasos que podrían representar una diferencia significativa», dice el doctor James O. Hill, investigador de temas de obesidad, en las conclusiones de esos informes divulgados en Nueva York.
Los estudios indican que la gente que desayuna, especialmente cereales con leche desnatada, generalmente son más delgados que los que eliminan el desayuno o comen otras cosas, y es más probable que a largo plazo tengan éxito en mantener un peso saludable.
La investigación de Hill analiza los hábitos alimenticios de unos 3 mil adultos suscritos en el Registro Nacional de Control de Peso. Esas personas, que casi siempre desayunaron y su selección más frecuente fue el cereal con leche, mantuvieron una reducción de peso de por lo menos trece kilos al año.
Hill cita tres pruebas clínicas recientes que muestran que cuando los adultos con sobrepeso que normalmente no toman leche empiezan a incluir tres vasos diarios en una dieta baja en calorías, pueden perder más peso y más grasa corporal que la gente que simplemente reduce el consumo de calorías, y no toma o toma poca leche.
Las investigaciones sugieren que la mezcla de nutrientes encontrados en la leche, como el calcio y la proteína, pueden mejorar la capacidad del cuerpo para quemar la grasa.
Pero, a pesar de la creciente evidencia que muestra claramente los beneficios del desayuno y de la leche, cada vez más mujeres eliminan el desayuno de sus dietas, de acuerdo con Anne Mixen, gerente de Cuentas de la compañía de mercadotecnia Grupo NPD. «Una tercera parte de los desayunos entre mujeres adultas de entre 18 y 44 años de edad o definitivamente se los saltan, o consisten únicamente en una bebida», asegura la experta.
Cuando no desayunan en casa y en lugar de ello optan por comer camino al trabajo, las mujeres suelen elegir un sandwich o un bollo. De cualquier forma, estos desayunos fuera de casa rara vez incluyen cereal y la leche es sustituida por café, zumo o refrescos carbonatados.
La consultora en nutrición Elizabeth Somer dice que «dos de los errores más comunes en cuanto a la dieta que cometen las mujeres que están intentando perder peso consisten en saltarse el desayuno y evitar los productos lácteos».
Añadió que algunas mujeres no desayunan con el objeto de reducir calorías, pero lo cierto es que «algunos estudios muestran que la gente que no desayuna consume más calorías durante el día».
Los hispanos en Estados Unidos no escapan a esta tendencia.
La especialista en nutrición Claudia González dice que dado los altos índices de obesidad entre los hispanos -y su predisposición a enfermedades como la diabetes e hipertensión-, es esencial que tengan una mejor alimentación. «Cuando las personas quieren perder peso por lo general piensan que necesitan eliminar el desayuno. Y eso es un grave error», advierte González.
Según un estudio publicado en 2004 citado por el Programa Educacional de los Procesadores de Leche, cuanto más tiempo pasan los hispanos en EU, más se reduce la calidad de su alimentación.
Los resultados de esa investigación mostraron que el 64 por ciento de los encuestados había eliminado el desayuno de su dieta después de haberse mudado a este país.
Fuente: EFE