Consumer.es, 27 de Febrero de 2007
El ajo, ni crudo ni en los suplementos alimenticios de venta en tiendas, reduce de manera significativa el colesterol conocido como malo (lipoproteínas de baja densidad, LDB), según un estudio de seis meses de duración dirigido por Christopher Gardner, de la Escuela de Medicina de la Universidad Stanford, en California, y que ahora se publica en la revista «Annals of Internal Medicine». Los fabricantes y vendedores de píldoras han estado promoviendo el ajo durante décadas como un método eficaz para la reducción del LDB.
«Las píldoras de ajo, muchas de las cuales buscan combinar los beneficios del ajo crudo con una presentación más suave para el paladar, se promueven como agentes que reducen el colesterol, y se cuentan entre los productos de herbolario más vendidos», según este trabajo. La trituración de los dientes de ajo inicia la formación de un compuesto llamado alicina, que en pruebas de laboratorio ha mostrado que impide la formación de colesterol. Sin embargo, las pruebas clínicas del ajo como agente reductor del colesterol en humanos no han dado los resultados que se publicitan.
La prueba se llevó a cabo con 192 adultos, de edades de 30 a 65 años, con niveles moderadamente altos de LDB (de 130 a 190 miligramos por decilitro). A 49 participantes se les asignó, al azar, una dosis de ajo crudo. Además, 47 tomaron ajo en polvo y 48 tomaron otro suplemento de ajo, mientras que los 48 restantes tomaron un placebo. La cantidad de ajo consumido en los tres grupos que recibieron ajo fue equivalente a un diente de ajo por día, seis días por semana. El artículo señala que en los análisis no se detectaron efectos estadísticamente significativos de las tres formas de ajo sobre las concentraciones de LDB.