Europa Press, 20 de Junio de 2003
Un grupo de congresistas, expertos e implicados han analizado la posibilidad de crear un proyecto de ley para que los estadounidenses con sobrepeso dejen de ganar con facilidad demandas contra restaurantes y fabricantes de comida rápida, a los que acusan de contribuir al desarrollo de su enfermedad. En Estados Unidos, se producen más de 300.000 muertes al año relacionadas con la obesidad y se gastan 100.000 millones de dólares anuales en tratamientos de salud, según estadísticas oficiales.
En caso de que los resultados de las conversaciones se plasmen en un proyecto de ley que cuente con el apoyo de los congresistas, los demandantes no podrán apelar a su obesidad para obtener compensaciones económicas de un restaurante o fabricante de comida. «Hay un problema real y presente de una avalancha incontrolable de juicios contra la industria de la alimentación», dijo el representante republicano Chris Cannon.
Una propietaria de un restaurante de Washington, Christianne Ricchi, dijo que el Congreso debería proteger a los restaurantes contra demandas interpuestas por obesos que culpan a los puntos de venta de comida rápida de su enfermedad. Esos juicios «podrían tener un impacto muy significativo en detrimento de mi pequeño negocio y de toda la industria», estimó. «La idea de que alguien pueda realizar un juicio basado en parte en una elección que han hecho sobre dónde cenar y qué comer es alarmante», dijo.