Infosalud, 20 de Mayo de 2003
En los últimos sesenta años la tasa de obesidad se ha multiplicado por cien en el mundo y ha llegado a países donde hasta hace poco no existía este problema como China, India y algunos países de Africa.
Estos datos fueron facilitados por científicos reunidos en un simposio internacional en la Fundación Ramón Areces sobre avances en fisioterapia y el tratamiento de la obesidad, bulimia y anorexia nerviosa.
El coordinador del Simposio, Javier Salvador, del Departamento de Endocrinología de la Clínica Universitaria de Navarra, destacó que la genética será clave en el desarrollo de fármacos capaces de controlar trastornos alimentarios.
Todavía se desconoce mucho acerca de los genes que tienen que ver con la obesidad y los trastornos alimenticios, ya que hay más de 100 genes diferentes que intervienen en la regulación del peso de las personas, según Javier Pi-Sunyer, del centro de Investigación sobre la Obesidad de la Universidad estadounidense de Columbia.
Los científicos estudian el complejo comportamiento de los mecanismos que regulan el control del apetito y la saciedad, cuyo conocimiento será básico para el desarrollo de nuevos fármacos que sean más eficaces que los que existen ahora en el mercado.
En todos los trastornos alimenticios hay bases genéticas implicadas, aunque los expertos consideran que el estilo de vida y la dieta suponen un 70% de las causas que hacen crecer el índice de masa corporal, mientras que un 30% se debe a aspectos genéticos.
La obesidad se ha convertido en un importante problema de salud pública y el sobrepeso afecta en el mundo occidental a más del 50% de la población, lo que contribuye al desarrollo de numerosas enfermedades como la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, que acortan la vida y disminuyen su calidad.
El profesor Pi-Sunyer subrayó que los problemas de obesidad comenzaron en EEUU y ahora se han extendido a Europa y a muchos otros lugares del mundo, debido sobre todo al exceso en la ingesta de calorías y a la disminución del ejercicio físico.
En la actualidad, según Pi-Sunyer, hay más dinero y la comida es mejor y más variada, lo que lleva a que se consuma más de lo necesario y se vaya ganando peso.