El medico Interactivo, 28 de Noviembre de 2002
Cuando el consumo de estos productos era superior a cinco veces por semana, el riesgo descendía en un veintisiete por ciento
Comer nueces y cacahuetes puede ayudar a reducir el riesgo de diabetes 2 en mujeres, según un estudio publicado en la última edición del Journal of the American Medical Association (JAMA). Estudios anteriores ya relacionaron una serie de componentes de las nueces con un menor riesgo de diabetes 2 debido a que las nueces son ricas en grasa no insaturada (polinsaturada y monoinsaturada) y en otros nutrientes que pueden mejorar la estabilidad de la glucosa y de la insulina en el organismo.
Los autores del presente trabajo, pertenecientes a la Escuela de Salud Pública de Harvard, realizaron un seguimiento durante 16 años en un grupo de mujeres que participaban en un estudio a gran escala. En total, 121.700 mujeres enfermeras entre 30 y 55 años de edad. Estas mujeres iban rellenando periódicamente cuestionarios relacionados con su estilo de vida, dieta y ejercicio, además de incidencia de enfermedades.
Se documentaron en total 3.206 nuevos casos de diabetes-2 y se observó que el consumo de nueces se asociaba inversamente con el riesgo de diabetes, descartando otros factores como la edad, la masa corporal, historial familiar de diabetes, actividad física, fumar, consumo de alcohol e ingestión total de calorías.
El riesgo relativo de desarrollar diabetes-2 en los cuatro niveles de consumo de nueces fue: si nunca o casi nunca se consumían estos frutos secos, el riesgo no cambiaba; si se comían menos de una vez por semana, el riesgo se reducía en un 8 por ciento; si se comían entre una y cuatro veces por semana, el riesgo bajaba en un 16 por ciento y cuando el consumo de estos productos era superior a cinco veces por semana, el riesgo descendía en un 27 por ciento. Adicionalmente, se observó que el consumo de mantequilla de cacahuete se asociaba también inversamente con el desarrollo de diabetes-2. Las mujeres que consumían mantequilla de cacahuete cinco o más veces a la semana registraron una reducción del riesgo de un 21 por ciento.