Aún durmiendo la misma cantidad de horas, parece que ir a dormir temprano y levantarse temprano suele estar asociado a una regulación más sana del peso corporal, en comparación con el hábito de ir a dormir tarde y levantarse tarde.
NCyT, Noviembre 2011
En un estudio cuyos resultados han sido presentados recientemente, se registró la hora de acostarse y la de levantarse de 2.200 participantes australianos, con edades de entre 9 y 16 años, y se comparó su peso y el uso del tiempo libre durante cuatro días.
Los niños que iban a dormir tarde y se levantaban tarde eran 1,5 veces más propensos a ser obesos que los que iban a dormir temprano y se levantaban temprano.
Además, los que se acostaban tarde eran casi dos veces más propensos a realizar poca actividad física, y 2,9 veces más propensos a estar sentados viendo televisión, entreteniéndose con un ordenador, o jugando con videojuegos, durante más horas diarias que las recomendadas por las autoridades sanitarias.
Los niños que iban a dormir tarde y se despertaban tarde, y los que iban a dormir temprano y se despertaban temprano, dormían prácticamente la misma cantidad total de horas.
En años recientes, los científicos se dieron cuenta de que los niños que duermen menos son más propensos a sufrir ciertos problemas de salud que incluyen el riesgo de tener sobrepeso o incluso obesidad.
El nuevo estudio llevado a cabo por el equipo de Carol Maher, de la Universidad del Sur de Australia, sugiere que la hora de irse a dormir es también importante.
Maher argumenta que las mañanas son más propicias que las noches para que los jóvenes realicen actividades físicas. En cambio, las noches son la franja horaria de la programación estelar de la televisión, y también cuando suele haber mayores oportunidades de comunicación en las redes sociales.
Esta relación entre el momento del día y las actividades disponibles podría explicar por qué se observaron conductas sedentarias en los que se iban a dormir más tarde. En un momento en que las investigaciones muestran que los adolescentes tienen una tendencia natural a permanecer despiertos hasta tarde y despertarse tarde, los resultados de este nuevo estudio podrían representar una señal de alerta sobre las posibles consecuencias indirectas de esa tendencia.