El régimen alimentario mediterráneo es excelente para los cardíacos

IBLNEWS, 26 de Marzo de 2007

El régimen alimentario mediterráneo, rico en aceite vegetal y pescado, es tan bueno para los cardíacos como la estricta dieta recomendada por la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA), débil en grasas, según un estudio divulgado el domingo.

» No encontramos nada en este estudio comparativo que indique una diferencia entre los dos grupos objeto de esta investigación», explicó la doctora Katherine Tuttle, directora del centro médico Providence en Spokane, principal autora de este estudio.

La dieta mediterránea suscita un gran interés para la medicina debido a estudios epidemiológicos que muestran que esa manera de alimentarse está vinculada a una débil incidencia de enfermedades cardiovasculares, indicó la cardióloga.

» La buena noticia para las personas que han sufrido un ataque cardíaco es que el régimen mediterráneo -rico en ácidos grasos polisaturados como el Omega-3 que abunda en algunos pescados- es tan bueno como el de la Asociación Estadounidense del Corazón», indicó.

Tuttle y su equipo de investigadores estudiaron a 101 personas que habían tenido un ataque cardíaco en las seis semanas anteriores para participar de este ensayo clínico, presentado el fin de semana en el 56º congreso anual del Colegio estadounidense de cardiología en Nueva Orleans, en el que participaron unos 30.000 especialistas.

Dividieron a los voluntarios en dos grupos, uno de los cuales siguió la dieta recomendada por la AHA y el otro la dieta mediterránea.

Todos los participantes tuvieron dos consultas individuales con un dietista durante el primer mes y reiteraron esos encuentros a los tres meses, y luego a los seis, doce, dieciocho y veinticuatro meses.

Tras un periodo de casi cuatro años, no había ninguna diferencia en los dos grupos en cuanto a decesos, nuevas crisis cardíacas, dolor en el pecho, ataque cerebral u hospitalización por una falla del corazón.

El riesgo de complicaciones cardivasculares disminuyó 66% en los dos grupos combinados, en comparación a un tercer grupo de 101 personas que habían sufrido un infarto pero no tuvieron luego consultas con dietistas, precisó Tuttle.