Los hepatólogos advierten del número creciente de enfermedades del hígado asociadas a la obesidad

E.P., 11 de Abril de 2007

Entre tres y cuatro millones de españoles sufren un exceso de grasa en el hígado por obesidad y una cuarta parte de los mismos podría desarrollar una cirrosis por este motivo, menos conocido, que constituye la tercera causa de cirrosis después del alcohol y la hepatitis C.

Así lo advirtió en Barcelona el director científico del Departamento de Medicina Interna de la Universidad de Navarra y de la División de Hepatología del Centro de Investigación Médica Aplicada CIMA de la misma universidad, Jesús Prieto, junto a otros hepatólogos reunidos en el 42 congreso anual de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado.

En el marco de una rueda de prensa inaugural, advirtieron de un próximo aumento del número de los casos de cirrosis debido a la creciente incidencia de la obesidad, si no se pone fin a los malos hábitos alimenticios, especialmente en la infancia, en favor de la dieta mediterránea, señaló el jefe del Servicio de Hepatología del Hospital de la Vall d’Hebron de Barcelona, Rafael Esteban.

LOS CARDIÓLOGOS CONTRA LA OBESIDAD

De esta forma, los hepatólogos se unieron a la campaña orquestada contra la obesidad auspiciada por cardiólogos y endocrinólogos. Prieto insistió en la importancia de tomar en cuenta los «daños que puede sufrir el hígado por la obesidad, debido a una excesiva ingesta calórica y de hidratos de carbono».

Esta enfermedad, científicamente conocida como ‘esteatohepatitis no alcohólica’ y más común como hígado graso, puede derivar en una inflamación hepática en el 25% de las personas que la sufren, señaló Prieto, quien añadió que «este cuadro puede evolucionar hacia una cirrosis hepática e incluso llevar la enfermedad hacia estadios avanzados de la enfermedad».

SEDENTARISMO Y MALOS HÁBITOS ALIMENTICIOS

Tanto Prieto como Esteban pusieron de relieve que el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios han contribuido al aumento de las patologías hepáticas, como es la del hígado graso, relativamente reciente y que se asocia además con altos niveles de colesterol en sangre y diabetes.

En la actualidad, entre un 5% y un 10% de los trasplantes de hígado se debe a motivos desconocidos como podría ser el del hígado graso, apuntilló Prieto. El resto se deben, en su mayor parte, a cirrosis hepáticas motivadas por el virus de la hepatitis C y el alcohol.