El lúpulo y la cebada contenidos en la cerveza pueden tener efectos protectores contra procesos oxidativos

PMFarma, 14 Marzo de 2005

Dos estudios científicos realizados por la Universidad de Valencia y por la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) muestran que el consumo moderado de cerveza puede tener efectos protectores contra los procesos oxidativos e inflamatorios, debido a su alto contenido en antioxidantes naturales como son los polifenoles. Los resultados de estas investigaciones se presentan en el marco del I Congreso de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética, un encuentro en el que se darán cita más de 1.500 profesionales pertenecientes a las diez Sociedades Científicas del ámbito de la alimentación y la nutrición.

La investigación dirigida por el Presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, el Prof. Jesús Román Martínez, y titulada Efecto antioxidante de la cerveza sin alcohol en un colectivo de monjas de clausura, tiene como objetivo estudiar la relación entre el consumo de una bebida rica en compuestos antioxidantes y los parámetros sanguíneos de inflamación. Para ello, se está estudiando un grupo controlado de edad media elevada (con lo que podemos encontrar una mayor prevalencia de determinadas enfermedades ligadas al proceso de envejecimiento) y estilo de vida ordenado, reglado y homogéneo como es el de las monjas de clausura, a las que se les complementó su dieta con cerveza sin alcohol.

Según los resultados preliminares de este estudio, se puede decir que tras la ingesta de cantidades moderadas de cerveza sin alcohol se observa una modificación significativa y positiva en los marcadores sanguíneos como en los relacionados con los procesos inflamatorios (TBARS, Grupos carbonilo) y oxidativos (GSH). El estudio, que incluye una muestra de 40 religiosas de clausura, finalizará a finales de 2005.

Por su parte, el estudio Efecto protector de la cerveza con/sin alcohol sobre el material genético sometido a un estrés oxidativo, co-realizado por la Dra. Victoria Valls del Departamento de Pediatría, Ginecología y Obstetricia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia, concluye que el consumo moderado de cerveza con y sin alcohol podría ejercer un efecto protector contra los procesos oxidativos de nuestro organismo. El estudio realizado tanto “in vitro” como “in vivo” muestra cómo tras la inducción de un estrés oxidativo, el consumo moderado de cerveza podría estar involucrado en la disminución del daño producido en el material genético.

Los autores destacan la importancia de estas conclusiones al observar las propiedades antioxidantes de los compuestos naturales de la cerveza (lúpulo y cáscara de cebada), al margen de su baja graduación alcohólica.