Un consumo moderadamente alto de chocolate podría estar asociado a una reducción de un tercio en las probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
NC&T, Septiembre 2011
Así lo indican los resultados de una nueva investigación, los cuales confirman las conclusiones de algunos estudios previos que indicaban una relación aparentemente beneficiosa entre el consumo de chocolate y la salud cardiovascular. Conviene matizar, sin embargo, que, tal como advierten los autores del nuevo trabajo, hay que investigar más antes de poder asegurar con la debida certeza que el consumo de chocolate es beneficioso para el corazón.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) pronostica que, para el año 2030, alrededor de 23,6 millones de personas morirán por culpa de enfermedades cardiacas. Sin embargo, la dieta y otros aspectos del estilo de vida son factores clave para prevenir esas enfermedades.
Según las conclusiones de los citados estudios previos, comer chocolate tiene una influencia positiva sobre la salud humana debido a las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de ese alimento. Esto incluiría una reducción de la presión arterial y una mejora en la sensibilidad a la insulina.
Sin embargo, ante las dudas sobre si ese efecto protector del chocolate es real o deriva de otras circunstancias, el Dr. Oscar Franco y sus colegas, de la Universidad de Cambridge, han hecho una revisión a gran escala de los indicios existentes, en un intento de evaluar los efectos del consumo de chocolate sobre las probabilidades de sufrir, por ejemplo, un ataque al corazón o un derrame cerebral.
El equipo de investigación analizó los resultados de siete estudios, cuyos participantes sumaban en total más de cien mil individuos, con o sin una enfermedad cardiaca. Para cada estudio, el Dr. Franco y sus colegas compararon el grupo de quienes consumían más chocolate con el grupo de quienes menos lo consumían. También tuvieron en cuenta las diferencias en el diseño del estudio y la calidad del mismo, a fin de minimizar las distorsiones estadísticas engañosas.
Cinco de los siete estudios indicaban una relación beneficiosa entre un alto consumo de chocolate y el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Los datos parecen indicar que los niveles más altos de consumo de chocolate están asociados a un 37 por ciento de reducción en el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, y a un 29 por ciento de reducción en el riesgo de sufrir un derrame cerebral, en comparación con los niveles más bajos de consumo de chocolate. No se halló una reducción significativa para el caso de la insuficiencia cardiaca.
En esos estudios, no se diferenció entre chocolate tradicional y chocolate con leche, y en el recuento se incluía cualquier producto rico en chocolate, incluyendo las tabletas, las chocolatinas, las bebidas chocolateadas, y los bombones, galletas y demás repostería rica en chocolate.
Los resultados de la investigación hay que interpretarlos con prudencia, tal como aconseja el equipo del Dr. Franco, sobre todo porque el chocolate que habitualmente se comercializa suele tener muchas calorías (alrededor de 500 kilocalorías por cada 100 gramos), de modo que darse atracones de chocolate bajo la creencia de estar mejorando la salud podría tener el efecto contrario; comer demasiado chocolate puede promover el sobrepeso y aumentar el riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardiacas.
Por otro lado, tal como aconsejan los autores del estudio, teniendo en cuenta los beneficios potenciales que el chocolate puede tener para la salud, podría resultar una buena idea que los fabricantes del ramo de la alimentación desarrollasen productos de chocolate con menos grasa y menos calorías.