Con la llegada del verano nuestro ritmo de vida cambia. Nos apetece darnos un buen chapuzón en la playa o en la piscina, nos vamos de viaje… Situaciones que pueden alterar la salud de nuestros oídos por la exposición al agua, al calor, al aire o a la excesiva presión cuando viajamos en avión.
El verano es una época de mucha actividad. Pasamos más tiempo al aire libre, podemos disfrutar de un baño en la playa o la piscina, viajamos más… situaciones que pueden llegar a alterar la salud de nuestros oídos, si no tomamos algunas sencillas precauciones.
Un 12,5% de la población dice haber padecido en algún momento de su vida algún trastorno auditivo. El más frecuente es la otitis, que suele ser el diagnosticado en un 64% de los casos. Esta situación aumenta considerablemente en verano con la temporada de playa y piscina. El agua, la humedad y las altas temperaturas hacen más probable que gérmenes y bacterias se instalen en nuestros oídos provocando infecciones.
La otitis es una inflamación del conducto auditivo provocada normalmente por hongos o bacterias. Se puede evitar fácilmente, si tomas ciertas precauciones y utilizas los protectores adecuados. Entre sus síntomas el más frecuente y molesto es el dolor, generalmente intenso. Las más dolorosas son las primeras 24 horas, por ello suele ser una consulta habitual en las urgencias de los ambulatorios.
Además, este tipo de infecciones del conducto auditivo pueden provocar inconvenientes en tus planes de vacaciones. Si tenías previsto viajar en avión, es preferible que cambies de transporte o destino, ya que la presión de la cabina puede aumentar la sensación de dolor y producir lesiones.
Limpieza del oido
En esta época del año la higiene cobra más importancia que nunca. La cera acumulada puede absorber el agua durante el baño, hinchándose y provocando un tapón. La gran mayoría de la población, un 51% de españoles, no emplean métodos adecuados para la limpieza de sus oídos y confiesan que siguen utilizando bastoncillos, un sistema que puede perjudicar nuestra salud auditiva, ya que lo único que hace es empujar la cera hacia el interior provocando infecciones o incluso perforaciones.
Lo más recomendable es dejar que el sistema natural de limpieza del oído expulse la cera hacia afuera y se caiga. Si de todas formas necesitamos una ayuda para mantenerlos limpios, los especialistas aconsejan utilizar difusores de agua marina.
GAES Centros Auditivos presenta las sietes claves para cuidar de tus oídos este verano: