31 de mayo, Día Mundial Sin Tabaco
- Las personas que nunca han fumado más de cuatro cigarrillos diarios tienen el mismo riesgo –prácticamente nulo- que el resto de la población.
- Si al hábito tabáquico se suma el alcohol, las probabilidades se multiplican.
Los cánceres de cabeza y cuello (fosas nasales, orofaringe, rinofaringe, hipofaringe, laringe, tiroides, glándulas salivales y senos paranasales) ocupan el cuarto puesto en prevalencia entre los varones y el quinto entre las mujeres, con una incidencia anual de 50 casos por 100.000 habitantes en España. De ellos, más del 95% de los casos se deben al consumo habitual de tabaco.
“Incluso al dejar de fumar, durante bastantes años los exfumadores no eliminan su predisposición al cáncer de cabeza y cuello de forma significativa hasta pasados seis años y no van a equiparar su riesgo al de un no fumador hasta 12 años después”, explica el Dr. Eduardo Raboso, jefe del Servicio de Cirugía de Cabeza y Cuello de MD Anderson Cancer Center de Madrid. Si al hábito tabáquico se suma el consumo frecuente de alcohol, las probabilidades de cáncer se multiplican.
En el lado positivo, los especialistas afirman que la mayoría de los cánceres de cabeza y cuello tienen un pronóstico especialmente favorable, como el tumor de laringe que, en fases tempranas, tiene una tasa de curación cercana al 100%. Pero para lograr esas tasas de curación, los expertos insisten en la importancia de acudir a una unidad multidisciplinar y especializada que valore desde el principio al paciente de una forma integral, ya que en la actualidad existen protocolos que permiten curar la enfermedad, incluso en casos avanzados, sin aplicar cirugías mutilantes.