- Dietas basadas en grasas vegetales del aceite de oliva virgen extra han demostrado retrasar el curso clínico de la enfermedad en modelos animales.
JANO.es, 21 Noviembre 2008
En el Colegio de Médicos de Badajoz se dieron a conocer los resultados de una investigación, que lleva realizando desde 1984 un equipo multidisciplinar de la Universidad Autónoma de Barcelona, que ha revelado que el consumo de aceite de oliva virgen frena el crecimiento de los tumores de mama. Estos resultados fueron divulgados, dentro del XVI Certamen Internacional de Cine Médico, Salud y Telemedicina (Videomed), por el director del equipo investigador, el Dr. Eduardo Escrich.
Este especialista explicó que los estudios animales con tumores inducidos y el uso de dietas basadas en grasas vegetales del aceite de oliva virgen extra han «demostrado que se frena el crecimiento del tumor del cáncer de mama y se retrasa el curso clínico de la enfermedad».
Además, esta investigación ha puesto de manifiesto que, a vista de microscopio, los tumores inducidos en ratas y en células humanas cultivadas muestran «menor grado de malignidad» tras el uso del aceite. Estudios biológicos moleculares ya habían señalado los beneficios de este aceite para reducir la incidencia del cáncer de mama una vez se ha detectado.
En este sentido, el Dr. Escrich destacó que las investigaciones se han basado en la reducción del crecimiento de los tumores y su menor grado de malignidad, lo que se conoce como prevención secundaria. Actualmente se trabaja en la prevención primaria, es decir , en los posibles beneficios del aceite para que el cáncer no aparezca.
El Dr. Escrich recomendó usar las grasas de forma que «no superen el 30% o el 25% de las calorías diarias», equilibrando el consumo hacia el aceite de oliva virgen y las grasas de pescado, y eliminando en lo posible las que proceden de los saturados grasos animales y los aceites de semillas.
El investigador añadió que el beneficio del aceite de oliva virgen se da si se consume en «poca cantidad y de mucha calidad», incorporándolo en la alimentación como hábito saludable «con moderación».
También recomendó que se utilizara el aceite de oliva como «alimento completo, sin aislar alguno de sus componentes en distintos fármacos». Su utilización moderada ya ha demostrado sus beneficios en el cáncer de colón, recto y próstata, y en las enfermedades cardiovasculares, colesterol o de metabolismo.