XXXVI Congreso de la SEICAP en Cádiz
- Los comedores escolares no están obligados a detallar la composición de los alimentos de los menús
- Las dietas de evitación cuando son muy extensas pueden deteriorar la calidad de vida del paciente y su familia
Cádiz, 11 de mayo de 2012. Uno de cada 50 niños sufre alergia a los alimentos vegetales, pero muchos de ellos están expuestos a sufrir reacciones alérgicas debido a una indebida falta de control de la dieta, según concluyen los expertos reunidos en el XXXVI Congreso de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP), que se celebra en el Palacio de Congresos de Cádiz. Por este motivo, los alergólogos pediátricos advierten de la necesidad de contar con un diagnóstico preciso y de detallar la composición de los alimentos de los menús escolares.
Los frutos secos y la fruta son el principal motivo de alergia alimentaria
Sí, en niños de entre 5 y 15 años, aunque suele persistir hasta la edad adulta. “La mayor parte de las reacciones alérgicas por estos alimentos se deben a las frutas pertenecientes a la familia de las rosáceas como el melocotón, la manzana y la pera”, explica el doctor Javier Boné, alergólogo pediátrico del Hospital Miguel Servet de Zaragoza y componente del Grupo de Trabajo de Alergia Alimentaria de SEICAP.
Los comedores escolares están obligados por ley a adaptar sus menús para niños que requieren dietas especiales, como los alérgicos, e informar cada mes de los mismos a los padres. Sin embargo, no se les obliga a detallar la composición de todos los alimentos ni a seguir procedimientos que eviten la aparición de trazas alimenticias.
La toma de alimentos a los que se tiene alergia, incluso en trazas, puede provocar en el niño reacciones como urticaria, angioedema, asma, rinitis, conjuntivitis, síntomas digestivos o reacciones de anafilaxia. En ese caso, “si no se actúa a tiempo con medidas de rescate se puede poner en peligro la vida del niño”, asegura el doctor Juan Enrique Sancha, presidente del Congreso. Debido a eso en países occidentales se produce una visita a urgencias cada 3 minutos por alergia alimentaria.
Alergia cruzada al polen
Los niños alérgicos al polen suelen tener también sensibilización a determinadas frutas (reactividad cruzada). “Esto se debe a que hay una similitud en la estructura molecular de ambos. Así, es muy probable que si un niño tiene alergia al polen de olivo o de gramíneas, lo sufra también a frutas como la manzana, el kiwi o el melocotón”, afirma el doctor Sancha. El organismo no reconoce si esa sustancia que induce a la formación de anticuerpos, el antígeno, es de polen o de fruta. La mejor forma de detectarlo es haciendo un diagnóstico molecular del paciente que determina el antígeno exacto, “lo que nos evita falsos diagnósticos”, concluye.
La prevalencia de alergia a alimentos en general y a vegetales en particular ha sufrido un aumento en los últimos años, debido, sobre todo, “a un mayor acierto del alergólogo pediátrico en el diagnóstico”, afirma el doctor Boné. Según este especialista, no se trata tanto de un incremento de la incidencia como de la detección, que «ha mejorado gracias a los servicios de alergología pediátrica».
Las eliminación del alimento alergénico de la dieta no es fácil de realizar y puede provocar problemas nutricionales. Según el doctor Sancha, “hay ocasiones en las que el niño sufre problemas psicológicos, fobias y frustraciones alimentarias, sintiéndose excluido de su entorno social, deteriorando su calidad de vida y la de su familia”.
Los alergólogos pediátricos insisten en la importancia de la formación en el tratamiento y atención de los síntomas tanto para los niños como para sus padres. Por eso durante la jornada de hoy viernes se ha instalado en el Paseo de Canalejas de Cádiz la Carpa del Niño Alérgico que incluirá talleres para que la población sepa actuar ante una alergia, incluida la alimentaria.
XXXVI Congreso de SEICAP
El XXXVI Congreso de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica reúne a más de 500 especialistas de toda España, en su mayoría alergólogos pediátricos, así como pediatras de Atención Primaria y Especializada.