- Un estudio en 21 individuos muestra que la restricción del sueño aumenta las concentraciones de glucosa en sangre hasta niveles prediabéticos
JANO.es, Abril 2012
Investigadores del Brigham and Women’s Hospital de Boston, en Estados Unidos, han llevado a cabo un estudio en que demuestran que dormir poco o a deshoras hace que el organismo tenga dificultades para controlar los niveles de azúcar en sangre, lo que incrementa el riesgo de padecer diabetes tipo 2 u obesidad.
Estudios previos, tanto en laboratorio como epidemiológicos, ya habían demostrado este riesgo que ahora, por primera vez, se ha analizado mediante el seguimiento controlado de un grupo de 21 individuos a los que se les alteraron los patrones de sueño, simulando el efecto que causa el trabajo nocturno o el ‘jet-lag’, para ver cómo respondía el organismo. El estudio se ha publicado en la revista Science Translational Medicine.
Los 21 participantes fueron internados en un laboratorio durante seis semanas, periodo en que se llevó a cabo un registro sobre sus horas de sueño y se controlaron otros factores como sus actividades y la dieta. Al inicio del estudio, todos ellos presentaban un sueño óptimo, de aproximadamente 10 horas cada noche. No obstante, acto seguido pasaron a dormir durante tres semanas una media de 5,6 horas diarias, tanto por el día como por la noche, simulando los horarios de quienes tienen un trabajo con turnos rotatorios.
Durante esas seis semanas vivieron en un ambiente poco iluminado para evitar que la luz normal ‘reiniciara’ su reloj biológico. Los científicos observaron que esta restricción prolongada del sueño y la interrupción simultánea del ritmo circadiano incrementó significativamente las concentraciones de glucosa en sangre de los participantes, sobre todo después de las comidas y durante los periodos de ayuno durante el día, debido a una pobre producción de insulina en el páncreas. De hecho, tres de los participantes mostraron niveles de azúcar tan altos después de las comidas que fueron clasificados como «prediabéticos».
«Estos resultados apoyan los hallazgos de otros estudios que muestran que en personas con una condición prediabética el trabajo por turnos, que los hace permanecer despiertos en la noche, hace que aumente su riesgo de progresar hacia una diabetes, en comparación con quienes trabajan de día», ha explicado el doctor Orfeu Buxton, que dirigió el estudio.