10 claves para descubrir el sabor a metal como alerta y el sabor a metal como enemigo
La sensación de sabor a metal de nuestra boca puede ser síntoma de sufrir patologías más allá de problemas dentales.
La relación del metal y los dientes en adornos como piercing en la lengua y labio, es muy negativa provocando, entre otras cosas, la pérdida de piezas dentales.
Madrid, 22 de octubre de 2015.- El metal y los dientes tiene más relación de la que podemos imaginar. Por un lado puede ser la alarma perfecta, alertarnos de problemas y enfermedades más allá de los relacionados con la salud bucal y, por otro lado, existe una relación negativa entre metal y boca, como es el caso de adornos como el piercing en la lengua y labios, una moda nada saludable.
El odontólogo Iván Malagón, director de Iván Malagón Clinic nos alerta de ello. Como asegura el doctor “Es necesario prestar atención al estado de nuestros dientes y boca. Esto es básico para nuestra salud general, no sólo por los posibles avisos que nos puede indicar en muchas ocasiones, sino, porque la salud empieza por la boca”.
El metal como aliado: una sensación que nos alerta
Es un aliado que nos avisa de posibles problemas y patologías que podemos estar padeciendo. Nuestro sentido del gusto nos pone alerta. Según Malagón: “Un ejemplo de boca como aliado a descubrir qué nos sucede, es cuando nuestra boca sabe a metal. Normalmente esta sensación es una señal benigna y se debe, simplemente, a una mala higiene bucal pero, a veces, el sabor metálico puede ser el signo de otras patologías.”¿Por qué ocurre esto? Iván Malagón nos da las 10 claves que desvelan la respuesta:
- Mala higiene dental. No cepillarse los dientes con regularidad puede provocar infecciones en la dentadura y encías, como la periodontitis o la gingivitis. Estas pueden ser las responsables de ese sabor metálico, que desaparecerá cuando se trate la infección.
- Medicación. Algunos medicamentos, al ser absorbidos, llegan hasta la saliva. Además de causar xerostomía, es decir, el tener la boca seca, puede afectar también a las papilas gustativas generando ese sabor a metal.
- Vitaminas. Algunos complejos vitamínicos que se comercializan sin receta contienen metales en su composición cuyo sabor se hace notar en la boca. Este desaparece cuando el cuerpo procesa los comprimidos ingeridos. De no ser así, es recomendable acudir al médico para que revise la dosis consumida.
- Infecciones de las vías respiratorias. Resfriados, catarros, sinusitis… con la llegada del frío las infecciones en las vías respiratorias aumentan. Éstas pueden provocar que el sentido del gusto cambie y hacer que se tengan sabores extraños que al final volverá a la normalidad cuando la infección pase.
- Cáncer. La quimioterapia y la radiación son los dos tratamientos más frecuentes para combatir el cáncer. Los pacientes que están siendo tratados con ellos pueden notar un sabor metálico durante las sesiones de quimio o radioterapia.
- Embarazo. Entre otros signos, el embarazo suele provocar que el sentido del gusto de las mujeres cambie y noten sabores extraños, como sabor a metal.
Las papilas gustativas están conectadas a los nervios del cerebro. Las personas con demencia suelen tener alteraciones en el gusto, ya que la parte del cerebro relacionada con ello no funciona correctamente.
- Enfermedades renales. La uremia, la acumulación de desechos en la sangre, puede provocar que la comida sepa diferente que se tenga mal aliento. Ese cambio, en el sentido del gusto, además, puede traer consigo ese sabor a metal.
- Alergias e intoxicaciones. El sabor metálico también se ha identificado como el síntoma de alguna alergia alimentaria. Además, también lo relacionan con la intoxicación con pescado, especialmente de pescados como el atún, la caballa o el bonito.
- Al tener una subida de azúcar se pueden notar sabores en la boca que van desde el dulce hasta un sabor metálico. Estos cambios en el gusto se pueden dar tanto en hiperglucemias como en hipoglucemias.
Metal como adorno: perjudicial para la boca y los dientes
Ahora analicemos el metal como elemento perjudicial para nuestra boca y dientes. Adornos de metal, como los piercing en la lengua o labio, son tremendamente perjudiciales para la salud de nuestros dientes, produciendo problemas que no se solucionan fácilmente. Toma nota de las 10 consecuencias negativas que el metal de los piercing puede provocar en nuestra salud:
- Las personas con piercings en la boca, siendo más comunes lengua o en labio, corren el peligro de sufrirproblemas gingivales graves. A día de hoy, dichos problemas no se pueden solucionar ni con cirugía. La consecuencia más común es la contracción de las encías, donde el diente queda desprotegido y puede llegar a caerse.
- El contacto de estos piercings con el diente causan erosión en la zona, creando huecos en los dientes frontales, provocando sensibilidad, caries y llegando a crear fractura dental.
- Se retiene comida y esto dificulta la limpieza de la zona, promoviendo la acumulación de bacterias. Éstas, al reproducirse, desprende una sustancia que puede provocar desde halitosis, hasta inflamación, sangrado, infecciones y dolor en la boca y encías.
- Las bacterias generadas por el piercing disminuyen el pH de la boca, incrementando el riesgo de caries.
- Los dientes tienden a erosionarse con más facilidad y en ocasiones llegan a afectar al sentido del gusto.
- En la masticación también pueden existir problemas, porque las bacterias impactadas en el piercing se mezclan con la comida y se ingieren. Ya en el estómago, llegan a causar problemas graves.
- Los piercings de labio rozan continuamente las encías, provocando desgaste, llagas, pérdida de encía y posible pérdida de hueso y dientes.
- Puede no sólo causar daño dental, en ocasiones, estos problemas pueden estar asociados a hemorragias, infecciones, daño gingival o incluso a abscesos cerebrales.
“La mejor solución a todo ello es la eliminación del piercing y el tratamiento de la lesión que haya causado. Recomiendo llevar a cabo una higiene exhaustiva en lengua, encías y dientes, aunque normalmente las bacterias depositadas en el agujero del piercing permanecen, una limpieza extra es imprescindible. Un enjuague de flúor diario puede retrasar la aparición de caries y retraso en la erosión de los dientes, aunque no lo evita. Las revisiones regulares al odontólogo son muy importantes para poder prevenir y detectar a tiempo estas lesiones.”. Comenta Iván Malagón.
Sobre Iván Malagón*Clinic
Iván Malagón*Clinic es un centro de excelencia en el tratamiento integral de la salud y la armonía oral y facial. Dirigido por el Dr. Iván Malagón, el centro está especializado en el diseño integral de sonrisas saludables, bonitas y armónicas, de la mano de un equipo de profesionales de primer nivel en las especialidades de la medicina, cirugía y estética facial y oral. El Dr. Iván Malagón es especialista en Ortodoncia y Ortopedia Maxilo mandibular y uno de los mayores expertos a nivel internacional en ortodoncia invisible; desarrolla, además una intensa labor docente y codirige el postgrado de formación Ortodoncia Invisible Excellence Master Class y Clear Ortho International Program. Su trayectoria profesional ha sido reconocida con la categoría Invisalign Diamond Doctor por tres años consecutivos, reservada a muy pocos profesionales en todo el mundo, su inclusión en el selecto grupo DSD Masters, que le reconoce como Ortodoncista de referencia nacional en la técnica DSD (Diseño Digital de Sonrisas) y ha sido el único odontólogo incluido en el libro La Excelencia Médica en España, que recoge la aportación de los 40 especialistas de la Medicina más relevantes de nuestro país.