Nada menos que el 99 por ciento de la población mundial consume una cantidad de sodio (por el cloruro sódico ó sal) mayor que la de no más de 2.000 miligramos diarios que recomienda la Organización Mundial de la Salud, según los resultados de una investigación reciente en la que se han revisado cuantiosos datos médicos y poblacionales, con la sal como protagonista, abarcando la del salero que agregamos a los platos ya cocinados, la que añadimos como ingrediente al cocinar, y la que viene en alimentos ya procesados y envasados.
NC&T, Mayo 2013
Las enfermedades cardiovasculares figuran entre las principales causas de muerte en el mundo. El consumo excesivo de sodio eleva la tensión arterial. La tensión arterial alta es uno de los mayores contribuyentes al desarrollo de las enfermedades cardiovasculares.
En 2010, comer demasiada sal promovió cerca de 2,3 millones de muertes en el mundo por ataques al corazón, derrames cerebrales y otras enfermedades relacionadas con la mala salud cardiaca. Esa cifra representa el 15 por ciento de todas las muertes provocadas por tales problemas cardiacos.
Así de contundentes e inquietantes son las cifras presentadas públicamente en un congreso reciente de la Asociación Estadounidense del Corazón.
En las mujeres y en los hombres, la ingestión media de sodio excedió los niveles saludables en casi todos los países. Kazajstán tuvo el promedio más alto de ingestión con 6.000 miligramos diarios, seguido por la República de Mauricio y Uzbekistán con algo menos de 6.000 miligramos diarios.
Kenia y Malawi tuvieron el consumo medio más bajo, con aproximadamente 2.000 miligramos diarios. Como referencia, en Estados Unidos el consumo medio fue de aproximadamente 3.600 miligramos por día.
De 187 naciones, 181 de ellas, que representan el 99 por ciento de la población mundial, rebasaron la ingestión de sodio de no más de 2.000 miligramos por día recomendada por la Organización Mundial de la Salud, y 119 países, que representan el 88 por ciento de la población mundial, excedieron este límite máximo de consumo en más de 1.000 miligramos diarios.
De entre los 30 países más grandes del mundo, aquellos con las tasas de mortalidad más altas (por millón de adultos) a consecuencia del consumo excesivo de sodio fueron Ucrania (2.109), Rusia (1.803) y Egipto (836).
De entre todos los países, los tres con las tasas de mortalidad más bajas (por millón de adultos) a consecuencia del consumo excesivo de sodio fueron Qatar (73), Kenia (78) y el Emiratos Árabes Unidos (134).
La obtención de los resultados presentados en el congreso fue posible gracias a un meticuloso trabajo que se nutrió de datos recopilados por 488 científicos de 303 instituciones de todo el mundo. Se analizaron informaciones provenientes de 247 estudios poblacionales de sobreconsumo de sodio en adultos, por edad, género, región y país, entre 1990 y 2010.
«Medidas de salud pública nacionales y globales, como por ejemplo un programa integral para la reducción del consumo de sodio, podrían salvar millones de vidas», expresó Dariush Mozaffarian, de la Escuela Médica de la Universidad de Harvard, en la ciudad estadounidense de Boston.
La Fundación Bill y Melinda Gates ha subvencionado la labor de investigación.