Pulpo a la gallega

Ingredientes:
Pulpo según tamaño, aceite de oliva, 3 patatas (para cocer), sal marina gruesa, pimentón al gusto.

Preparación

  1. Si compramos el pulpo fresco, conviene congelarlo durante al menos 2 o 3 días, ya que con esto logramos que la carne quede más compacta a la hora de la coción y de manipularlo.
  2. Una vez que lo hayamos descongelado (preferiblemente en el frigorífico), pasar por el grifo de agua fría y lavar bien para que desprenda la mucosidad, entonces en una cazuela amplia y según el tamaño del pulpo echar agua hasta que lo cubra; añadir sal marina gruesa y remover hasta disolver bien; probar hasta que quede ligeramene salada.
  3. Cuando el agua rompa a hervir, introducir el pulpo una vez y lo sacamos esperar unos segundos y repetir la operación tres veces más, a la tercera dejarlo ya dentro de la cazuela, con esto logramos que a los tentáculos se les rompan los tendones o cartílagos y así quedan más comestibles.
  4. En este momento añadir las patatas para que se vayan cociendo; debemos tener en cuenta el tamaño del pulpo para controlar su punto de coción pinchando de vez en cuando con un tenedor en la cabeza. Si al pinchar entra con facilidad, eso indica que ya está cocido. Como las patatas ya se habrán cocido, se retiran con anterioridad.
  5. Llegado este momento, sacar el pulpo y dejar en un escurridor para que escurra el exceso de agua. Mientras, pelar las patatas y en una tabla las vamos cortando en rodajas no muy gruesas que iremos colocando en una fuente o plato de madera.
  6. Por último, trocear el pulpo al tamaño que nos guste; se recomienda que no sean muy gruesas y a poder ser cortadas en chaflán, se suele hacer mejor con unas tijeras o con un cuchillo bien afilado. Colocarlo encima de las patatas y regar todo con abunadante aceite.
  7. Espolvorear todo con el pimentón al gusto, picante o dulce. Servir.