Queimada

Ingredientes: 1 litro de aguardiente, corteza de 1 limón, 1 cucharada de granos de café, 120 g. de azúcar.

Preparación:

1.- En un cuenco grande de barro cocido, especial para queimadas, disponer el aguardiente, la corteza del limón, los granos de café y el ázucar, reservando dos cucharadas de azúcar. Tomar un poco de aguardiente con el cucharón y el azúcar reservado y prender fuego. Introducir el cucharón ardiendo en el cuenco grande para que se prenda su contenido, removiendo bien la mezcla, sin tocar el fondo del cuenco.
2.- Con el cucharón recoger un poco de azúcar del fondo del cuenco y dejar que arda hasta conseguir un caramelo tostado. Volver a introducir el cucharon, sacándolo limpio y dejar que la queimada arda con su bonito fuego azulado.
3.- Dejar quemar la queimada según se desee su contenido en alcohol, si gusta más o menos fuerte. Se apaga con una tapadera grande o con un simple soplo fuerte y se sirve en cuencos de barro.

Otras variantes: la queimada se puede hace con o sin limón, con limón y sin café, y con café y sin limón; en algunos lugares a la hora de apagarla emplean un vaso de vino tinto y la rocían hasta apagarla. Esta queimada que ves, paso a paso, estáhecha en Madrid, en Cadalso de los Vídrios, una noche de verano. Y la maestra de ceremonias fue una gallega, nuestra amiga Mari Ángeles Dopico.

«Conxuro»


«Mouchos, coruxas, sapos e bruxas. Demos trasgos e diaños, espritos das nevoadas veigas. Corvos, pintigas e meigas, feitizos das manciñeiras. Podres cañotas furadas, fogar dos vermes alimañas. Lume das Santas Compañas, mal de ollo, negros meigallos, cheiro de mortos, tronos e raios. Oubeo do can, pregón da morte; fuciño do sátiro do sátiro e pé de coello».

«Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada: si é verdade que tendes mais poder ca humana xente, eiquí e agora, facede cos espritos dos amigos que están fora, participen con nós desta Queimada».


Nota: la queimada gallega es un ritual antiquísimo del aguardiente, que se remonta a las fechas en las que se construía la catedra de Santiago de Compostela, en el siglo XI. En la mística y ritual de su elaboración hay reflejos culturales celtas, románicos, germánicos y también árabes. Las llamas son espectacularas por lo que se recomienda hacerla bien entrada la noche, para disfrutar con su reflejo. La bebida debe prepararse por un único oficiante y se debe beber mientras se escuchan las últimas estrofas del conjuro.