- Las dietas abundantes en hidratos de carbono pueden influir de forma negativa en las personas que estén predispuestas genéticamente a padecer diabetes.
El médico Interactivo, 20-2-09
Una dieta antiinflamatoria rica en ácidos grasos Omega 3 y que permita controlar los niveles de glucosa e insulina puede prevenir enfermedades metabólicas como la obesidad y la diabetes, ya que, según el bioquímico estadounidense Barry Sears, esta hormona es la causante del aumento de peso y de muchas enfermedades crónicas.
Este experto, responsable del desarrollo de la Dieta de la Zona, explicó que el factor genético tiene una gran importancia en el desarrollo de la obesidad y se trata de elemento más relevante para prevenir la diabetes, ya que la expresión de los genes se puede cambiar a través de la dieta y, si esta está equivocada, puede acelerar esta expresión.
Cuando se consume una dieta poco equilibrada se incrementa la «inflamación silenciosa”. Tanto la obesidad como la diabetes están causadas por una inflamación, que se encuentra por debajo de la percepción del dolor y se produce por ciertos hábitos de alimentación que afectan a personas predispuestas genéticamente», explicó Sears.
En este sentido, señaló que la dieta ha de considerarse como un «modulador de hormonas», que actualmente ha creado una «tormenta perfecta», debido al rápido aumento del consumo de carbohidratos baratos, conocidos como “comida basura», pero también causado por la ingesta de pasta y la pizza que, según señaló, «aumenta la liberación de insulina».
Asimismo, añadió que para que se produzca esta inflamación también es necesario un rápido aumento de aceites vegetales como el de maíz, soja o semilla de girasol, que son cultivados en EEUU y, gracias a su eficiencia, son actualmente «la fuente más barata de calorías».
Sin embargo, destacó que este tipo de dieta puede poseer una «red de seguridad», que está formada por los aceites grasos omega 3 (abundantes en el pescado), aunque indicó que si se eliminan no se podrá evitar que la inflamación se convierta en epidemia.
En cuanto a los hábitos recomendados, el doctor Sears señaló que actualmente fallan en las personas con predisposición a padecer el síndrome metabólico, ya que en estas dietas se reduce la grasa y se aumentan los hidratos de carbono, lo que provoca un aumento de la inflamación y el peso en estas personas, aunque la cantidad de grasa y calorías se reduce.
Por estos motivos, este experto propone una consumo equilibrado entre todos los grupos de nutrientes, y sugiere cada una de las comidas aporte un 40 por ciento de hidratos de carbono, un 30 por ciento de proteínas y un 30 por ciento de grasas.
Según explicó, la Dieta de la Zona consiste en dividir la cantidad de la comida en tres porciones idénticas. En una de ellas se ha de añadir la cantidad de proteínas que «entran en la palma de la mano», de alimentos como pollo o pescado, mientras que la segunda parte ha de estar repleta con carbohidratos «muy coloridos», y verduras y frutas.
Para finalizar, la tercera parte del plato debe contener alguna grasa polisaturada, y añadió que el aspecto final de esta dieta sería tomar cantidades de aceite de pescados purificado, «porque altas dosis de estos ácidos grasos son altamente altiinflamatorios».
Este experto advirtió de que cuando se desarrolla la diabetes se reduce en ocho o diez años la esperanza de vida, y aumenta el riesgo de muerte por factor cardiovascular de dos a cuatro veces, y alertó de que cuando la incidencia de la diabetes llegue al 10 por ciento, el sistema sanitario del país se colapsará, «como está empezando a suceder en Estados Unidos».