Junio 2011, EUROPA PRESS
El consumo moderado de cerveza no produce obesidad y por eso esta bebida puede incluirse en una dieta de adelgazamiento, según ha expuesto el médico del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Miguel Servet de Zaragoza y uno de los tres autores del manual ‘La cerveza en el tratamiento dietético del obeso’, Alejandro Sanz.
Sanz ha explicado en rueda de prensa que una cerveza sin alcohol tiene unas 40 kilocalorías y una cerveza normal unas cien y «esto no produce obesidad» si se consume moderadamente, lo que significa unas dos o tres cañas al día en el caso de los hombres y una o dos en el caso de las mujeres.
El facultativo ha precisado que se ha comprobado que el consumo moderado de cerveza tiene beneficios para prevenir los riesgos cardiovasculares y sobre el colesterol denominado ‘bueno’ y su inclusión en la dieta de una persona obesa «le permite estar en la sociedad, hacer vida social».
En este sentido, ha reconocido que en su trabajo de endocrinólogo ha comprobado que el paciente «agradece» poder consumir cerveza moderadamente porque «le permite adaptar su dieta a la vida social», de forma que se hace «más llevadera» y contribuye a que ésta se cumpla, además de tener un efecto psicológico positivo.
Sanz ha comentado que muchos pacientes «dejan de hacer dieta» durante el verano, recuperando los kilos perdidos durante el curso, algo que se quiere contrarrestar con el manual ‘La cerveza en el tratamiento dietético del obeso’, que va a ser distribuido entre las consultas de endocrinología de los hospitales aragoneses y los centros de especialidades, con un manual para pacientes y otro para facultativos.
Esta última acción corresponde a una campaña informativa de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y el Centro de Información Cerveza y Salud.
El manual ha sido también elaborado por el facultativo del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de Basurto de Bilbao, Fernando Goñi, y el miembro de la sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital Virgen de la Torre de Madrid, Manuel Gargallo.
Vida saludable
El médico del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Miguel Servet de Zaragoza ha incidido en la importancia de que todos los ciudadanos y las personas obesas incorporen hábitos de vida saludable como hacer ejercicio físico habitual, tener una dieta equilibrada y hábitos saludables «integrados en la vida diaria, también a la hora de salir por ahí y tomarse una cerveza con los amigos».
Sanz ha advertido que lo que engordan pueden ser los alimentos que se consumen acompañando a la cerveza, como alimentos fritos, rebozados o frutos secos, y no la bebida y por eso se recomienda sustituirlos por encurtidos como pepinillos, cebolletas o anchoas.
Además, ha advertido de que el hecho de que el paciente obeso pueda tomar unas dos cervezas diarias no quiere decir que pueda acumular el fin de semana las cervezas que no se tome a lo largo de la semana, práctica que no es recomendable, «como tampoco lo sería dejar de comer cada día para comer el fin de semana», ha ejemplificado.
Asimismo, ha señalado algunas recomendaciones, como comenzar con agua o cerveza sin alcohol y calmar así la sed, para después tomar las dos cervezas, en caso de que se salga por la noche, o distribuir las cervezas, una a la hora de comer y otra a la hora de cenar, cuando habitualmente se coma con cerveza.
Por su parte, profesor del Grado de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid, Jesús Martínez, ha manifestado que la función de las bebidas en general es aportar agua al organismo.
En el caso de la cerveza, ha dicho, tiene un 94 por ciento de agua y es, además, la bebida fermentada que menor contenido alcohólico posee y también es un alimento que aporta sustancias nutritivas, como proteínas, vitaminas, ácido fólico, minerales y antioxidantes y ha recordado que estos últimos contribuyen a disminuir factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares y la osteoporosis.
Asimismo, ha indicado que un estudio realizado en la Universidad de Granada ha demostrado que el consumo de cerveza después de realizar ejercicio físico hidrata en la misma medida que el agua, pero, además, contribuye a recuperar más rápidamente el músculo.
Por eso ha explicado que el objetivo de la campaña es «romper los tabúes e ideas preconcebidas que tiene mucha gente sobre alimentación, como que la cerveza engorda».
Según ha sostenido, «la base de esta campaña es la ruptura de esos prejuicios» y transmitir que «lo que engorda es lo que se come de más y lo que no se hace de ejercicio», de forma que la campaña «se centra en la promoción de una alimentación adecuada y en la necesidad de un estilo de vida saludable».