- Los expertos destacan, en especial, las propiedades de las nueces, que disminuyen la oxidación celular y actúan previniendo el envejecimiento.
JANO.es, 29 Octubre 2008
Un grupo de expertos aconseja consumir al día de 10 a 30 gramos de cualquiera de los frutos secos existentes en el mercado pero, en sustitución de otro tipo de grasas que podemos tomar en nuestra alimentación diaria, y no como añadido o complemento.
Además, dado su alto contenido energético, «son alimentos ideales para deportistas y personas que tienen que realizar grandes esfuerzos concentrados en un corto espacio de tiempo o mantenido en circunstancias especiales», apuntaron.
Así lo pusieron de manifiesto durante la Jornada Técnica sobre Frutos Secos, que celebra la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados. Resaltaron el poder antioxidante que tienen todos los frutos secos, pero «muy especialmente las nueces, que disminuyen la oxidación celular y actúan como preventivo del envejecimiento de las personas», es una de las características más importantes que aportan las últimas investigaciones, según informaron en un comunicado fuentes de la organización.
Las jornadas se reanudan hoy con temas como el de la importación de los frutos secos o el control de calidad. A mediodía, está previsto que se trate la «calidad desde el punto de vista cooperativo» y se finalizará con una referencia a la «adaptación a las nuevas tendencias de consumo».
Durante los dos días, en la sede de la FVEA se celebran tres mesas redondas: «Historia, Tradición y Salud», «Calidad y seguridad alimentaria» e «Industrialización y comercialización».
» Se destaca que, por su riqueza en ácidos grasos polinsaturados y monoinsaturados, los frutos secos son muy adecuados para prevenir las enfermedades cardiovasculares, porque reducen asimismo el colesterol total y el colesterol LDL», señaló uno de los directores del programa, el Dr. Francisco Bueno.
Para este especialista, «la riqueza en potasio de los frutos secos contribuye al equilibrio iónico celular y al correcto funcionamiento de la bomba sodio-potasio, fundamental para el ritmo cardíaco».