- Un estudio de la Universidad de Alabama sugiere que su ingesta al inicio del día mejora el metabolismo.
- Cuando se toman más carbohidratos el procesamiento de los nutrientes se «desequilibra».
Agencias, abril de 2010
El dicho ‘desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo’ podría ser la clave para mantener un metabolismo sano, o al menos así confirma la sabiduría popular un estudio realizado por la Universidad de Alabama, según el cual realizar un desayuno rico en grasas y una cena ligera favorece la estabilidad del perfil metabólico y evita ganar peso.
La investigación, publicada en el International Journal of Obesity, basa sus afirmaciones en un experimento con dos grupos de ratones, uno que recibió un desayuno rico en grasas y una cena «ligera», y otro que basó su dieta en una primera comida basada en carbohidratos y una cena con mayor cantidad de grasas.
La grasas aumenta la eficacia
En este sentido, los ratones que realizaron una comida rica en grasas nada más despertarse mantuvieron un perfil metabólico «normal» hasta el final del estudio, mientras que los ratones que dejaron las grasas para la cena vieron incrementado su peso, su adiposidad e incluso presentaron resistencia a la insulina al concluir el ensayo.
«Ya se ha estudiado la influencia del tipo y la cantidad de alimentos ingeridos respecto al peso corporal, pero nadie se había planteado si el momento del día en el que se comen también podía jugar un papel determinante» Molly Bray, directora del estudio.
Según los investigadores de la Universidad de Alabama la respuesta es clara. La grasa ingerida en el desayuno aumenta la eficiencia del metabolismo a la hora de procesar grasas y repercute en la habilidad de los ratones para procesar el resto de alimentos durante el día, aseguraron. Sin embargo, cuando se toman más carbohidratos en el desayuno el procesamiento de estos nutrientes se «desequilibra» y no vuelve a su estado normal durante el resto de la jornada.
«Al parecer, la primera comida programa el metabolismo para el resto del día, es decir, si se toman muchos carbohidratos por la mañana, el metabolismo los utilizará más el resto del día. Por su parte, si se toma un desayuno rico en grasas el metabolismo será más flexible al utilizar como fuente de energía tanto carbohidratos como grasas»
No obstante, subrayó que «Una cena baja en calorías es también clave para que la combinación surta efecto y podría ser la razón de los beneficios para la salud reportados por el desayuno rico en grasas»
Cambios en las recomendaciones dietéticas
Estos descubrimientos podrían suponer importantes cambios en las recomendaciones dietéticas, ya que las personas raramente siguen una dieta uniforme durante el día, señalaron los investigadores. A este respecto, afirman que «Para mantener o reducir el peso corporal, además de la composición, debería tenerse en cuenta el periodo del día en el que se consumen los alimentos»
Los resultados de la investigación necesitan ahora ser contrastados con diferentes tipos de dietas con mayor o menor proporción de grasas y carbohidratos, así como comprobar si en los humanos se pueden observar los mismos resultados que con los roedores. Asimismo, el equipo también trabaja en un estudio que tiene por objetivo determinar el grado de influencia de los tiempos de comida en la aparición de trastornos cardiacos.