Las alergias son causadas por una respuesta exagerada del sistema inmunológico al contacto con una substancia. La prevalencia estimada de las alergias alimentarias en el mundo según la OMS es del 1% al 3% en los adultos, y del 4% al 6% en los niños.
En España la alergia a los alimentos está creciendo, ya que se ha duplicado el número de diagnósticos en poco más de una década. Según el Informe Alergológica, elaborado por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), en la última década se ha duplicado el número de personas afectas por una reacción alérgica a los alimentos.
Cuando hablamos de alergias alimentarias nos referimos a la respuesta desproporcionada del sistema inmunológico por el consumo de un alimento en particular. Hay que diferenciarlo de la intolerancia alimentaria, que no es una reacción alérgica, pero constituye un efecto indeseable producido por la ingestión de un alimento determinado.
En condiciones normales, la respuesta inmunitaria del cuerpo nos protege contra sustancias potencialmente nocivas, como bacterias, virus y toxinas. En algunas personas, su sistema inmunitario percibe como nocivo un alimento determinado, por lo que libera sustancias que causan los síntomas de alergia alimentaria.
Cualquier alimento puede causar una reacción alérgica, pero sólo unos cuantos alimentos son los principales culpables. Las alergias alimentarias más comunes son:
- Leche de vaca
- La leche contiene más de 25 proteinas diferentes. Las más alergenicas son las proteinas séricas como la caseína, betalactoglobulina, alfalactoalbúmina, gammaglobulina y seroalbúmina.
- Huevo
- La clara es más alergénica que la yema. El componente que más alergia produce es la ovoalbúmina.
- Carnes
- Las sensibilizaciones más frecuaentes son al cerdo (la más frecuente), ternera y pollo. En la mayoría de los casos se producen por reactividad cruzada con la leche y el huevo.
- Pescado
- La actividad alergénica se encuentra en los componentes sacoplasmáticos y en las moléculas volátiles. Es más frecuente la sensibilización a pescados blancos que azules y suele haber reactividad cruzada entre ellos. No hay que confundirla con la alergia a anisakis (que es un gusano parásito del pescado).
- Marisco
- La alergia a los crustáceos puede producir sintomas severos, siendo la gamba el alimento más frecuentemente implicado. Tiene reactividad cruzada con otros crustáceos por lo que se deben evitar todos en caso de alergia a la gamba.
- Frutos secos
- Cacahuete, almendra, avellana, nuez, castaña, pistacho y pipas de girasol. Existe reactividad cruzada entre ellos y tambien priducen sintomas graves.
- Leguminosas
- Contienen lecitinas, este compuesto puede producor una liberación de substancias identica a la que se produce en caso de una reacción alergica.
- Verduras
- Son raras las alergias alimentarias. Se pueden destacar dos familias: las umbilíferas (apio, perejil, zanahoria) y las crucíferas (como la mostaza que llega a provocar alergias graves).
- Cereales
- Las alergias como tal son raras. La celiaquía es un tipo de alergia al gluten no mediada por la IgE (no es una reacción antigeno-anticuerpo típica)
- Frutas
- En ocasiones, va unida a la alergia a pólenes. El melocotón es la fruta más frecuentemente implicada en reacciones alergicas, sobre todo su piel.
Prevención
La lactancia materna puede ayudar a prevenir las alergias. Aparte de esto, no hay una forma conocida de prevenir las alergias alimentarias, excepto demorar la introducción de alimentos causantes de alergias en los bebés hasta que el tracto gastrointestinal haya tenido la posibilidad de madurar. El momento adecuado para esto varía de un alimento a otro como así también de un bebé a otro.
Una vez que se ha desarrollado una alergia, el hecho de evitar con cuidado el alimento causal, generalmente ayuda a prevenir problemas posteriores.
Sintomas
Los síntomas generalmente comienzan en un lapso dos horas después de comer. Aunque raramente, los síntomas también pueden comenzar varias horas después de consumir el alimento.
Entre los más habituales encontramos la urticaria, una voz ronca y las sibilancias. Tambien pueden aparecer picazón de la boca, la garganta, los ojos, la piel o cualquier otra área. Dolor abdominal, Diarrea, Dificultad para deglutir, Nauseas, etc.
Diagnóstico
Se emplean pruebas cutáneas o exámenes de sangre para confirmar el diagnóstico. La prueba de provocación (prueba de exposición), consiste en la ingestión de una pequeña cantidad del alimento sospechoso bajo supervisión médica. Este tipo de examen puede ocasionar reacciones alérgicas graves y sólo debe ser realizado por un médico.
Tratamiento
El único tratamiento comprobado para la alergia alimentaria es evitar el alimento. No se ha demostrado claramente que otros tratamientos, entre ellos vacunas antialérgicas y probióticos, ayuden con las alergias alimentarias.
En el caso de los niños, algunas veces las alergias alimentarias revierten de forma espontánea a partir de los 5 años si evitan el alimento cuando son pequeños, pero las alergias a los frutos secos y a los mariscos suelen ser para toda la vida.