Vacaciones en un faro

Una semana de paz, silencio y mucha mar en faros croatas del siglo XIX

Por Enrique Sancho

Silencio, paz, espectaculares vistas y el mar inundándolo todo. Tiempo para el descanso, para la contemplación de la belleza, para leer en calma, para la charla entre amigos. Una vida natural, sin estrés, en contacto con la naturaleza, con una comida sana y en un espacio sencillo y confortable.

Suena bien ¿no? Pues esto que parece simple y antiguo es una de las propuestas más innovadoras para unas cortas vacaciones en cualquier época del año. Se trata de alojarse en antiguos faros diseminados por la irregular y preciosa costa croata. Estos faros, que ahora han perdido en parte su utilidad, se han reconvertido en atractivos alojamientos que pueden ser contratados a precios muy interesantes. Y Croacia es el país que tiene una mejor oferta de este tipo. En España, por ejemplo, los faros pertenecen al Ministerio de Fomento y no se pueden alquilar como alojamiento.

Los faros son uno de los grandes tesoros de Croacia. Unos espaciosos edificios de piedra plantados en la soledad del mar más azul del mundo, instalados en paisajes de una belleza difícilmente imaginable y en un perfecto entorno ecológico. Los primeros de estos impresionantes castillos fueron edificados en tiempos del Imperio Austriaco, bajo el impulso del conservador ministro de Asuntos Exteriores de Austria, el conde Metternich.

El primero de ellos, el del cabo Savudrija, fue construido en 1818 y durante los siguientes ochenta años se edificaron en las islas y los cabos otros 65 faros. Para mantener las señalizaciones luminosas, ubicadas en lugares aislados difícilmente accesibles, se necesitaban muchas personas por lo que tenían que ser amplios. Los muros de piedra blanca, de más de un metro de grosor, debían garantizar la eternidad de estos castillos adriáticos. Si se juzga por su estado actual, sí que son eternos.

Más de mil islas

Croacia cuenta con una irregular costa llena de cabos y con más de mil islas próximas. Los faros en los promontorios e islas croatas son huellas del pasado a los que la época moderna ha dado una nueva función. En un principio fueron señales luminosas para las naves que llegaban al mar Adriático; hoy en día, los faros ofrecen hospitalidad a todos aquellos que buscan unas vacaciones especiales y diferentes.

En 1998 se inició un proyecto con el fin de restaurar y automatizar 48 faros. El alojamiento en los faros restaurados, representa en los últimos tres años una parte especialmente atractiva de la oferta turística croata. Los faros ofrecen alojamiento en apartamentos completamente amueblados, que gracias a su apariencias sencilla están en armonía con los muros de piedra que los protegen. Cada faro es un cuento: desde Istria hasta la Dalmacia meridional se encuentran faros en los promontorios e islas que guardan sus leyendas.

Se puede elegir entre faros próximos a los centros turísticos, que ofrecen unas vacaciones llenas de contenidos urbanos y atractivos culturales, o los que se encuentran en mar abierto, que representan un verdadero paraíso en miniatura, apartado del bullicio y del ruido cotidiano. En éstos se ofrece una rara oportunidad de gozar de la soledad de la isla, de una playa que es sólo nuestra, rodeados por la vegetación mediterránea y por un mar limpio y rico de peces.

Amplia oferta

Hay más de medio centenar de faros adaptados para la oferta turística.

  • Puede elegirse, por ejemplo, la solitaria quietud del faro Sv. Ivan na Pucini, construido en 1853, y situado en la isla más meridional del archipiélago formado por 13 islas frente a la ciudad istriana de Rovinj. La isla es una peña de piedra, de apenas 70 metros de largo, rodeada de mar poco profundo. El atractivo fondo marino y la riqueza de especies marinas hacen de ella un destino muy atractivo para todos los amantes de la soledad, del buceo y de la pesca.
  • El faro de Velirat fue construido en 1849 al noroeste del promontorio de la isla de Dugi otok. Está rodeado por un denso bosque de pinos, bellas bahías y playas de grava y es uno de los faros más bonitos del Adriático. A 3 kilómetros del faro están los pueblos de Veli Rat, Verunic y Polje, así que gracias a la carretera que conecta el faro con estos pueblos, el huésped puede regularmente abastecerse de víveres.
  • El faro de Sv. Petar fue construido en 1884 en la península del mismo nombre y está situado en la entrada al puerto de Makarska y en las proximidades de una de las playas más bonitas del Adriático. La ciudad de Makarska es uno de los destinos turísticos más conocidos del Adriático que, además de sus playas, ofrece también numerosas posibilidades para el deporte. El faro se halla a 800 metros del centro y es una buena opción para los que la soledad excesiva pueda pesar. La península está cubierta por árboles y la proximidad relativa de la civilización hace del faro un lugar de vacaciones exclusivo.

Cuestiones prácticas

  • Existen pocos faros y normalmente mucha demanda, todos los alquileres son semanales en temporada alta (excepto Sv. Ivan y Porer que pueden ser por dos noches) y es imprescindible reservar con mucho tiempo si se quiere disponer de uno. El alojamiento en faros se puede organizar sólo de sábado a sábado durante la temporada alta. Durante el resto del año se puede reservar un fin de semana en muchos de ellos, aunque solo algunos de ellos disponen de calefacción.
  • En casi todos los faros hay un farero y normalmente es él mismo quien se encarga de los traslados de los inquilinos entre el faro y la costa. No hay que olvidar llevar todas las provisiones que se necesiten, incluida el agua embotellada, pues en muchos de los faros no hay agua potable.
  • Los servicios en los faros son un tanto escasos, pero eso forma parte del atractivo. Cada apartamento tiene televisor vía satélite y hay cobertura para móviles. La cocina tiene un fregadero, una cocina con horno, una nevera y otros utensilios. Los dormitorios tienen camas con colchones, sábanas y dos mantas por cada cama. Todos los faros tienen pararrayos. No está permitida la estancia de animales de compañía en los faros.
  • Hay que llevar o, comprar antes de desplazarse al faro, los alimentos y productos de limpieza. En los faros hay depósitos de agua que se calientan a través de placas solares. Después de varios días sin sol puede no haber agua caliente. Los faros tienen su propia red eléctrica de 220 V.
  • En la mayoría de los faros se pueden alquilar barcos para hacer excursiones. Si el faro está situado en un centro turístico, se podrá hacer allí mismo. En los pueblos cercanos se podrá recibir asistencia médica. En caso de emergencia, la asistencia médica vendrá de la base más cercana en helicóptero o barco rápido. En cada faro existe una estación de radio VHF a través de la cual se puede solicitar socorro o pedir consejo a través del canal de emergencia. En todos los faros hay un botiquín.
  • Diversas agencias croatas ofrecen el servicio de alojamiento en faros durante casi todo el año. Cada apartamento tiene capacidad de entre dos y ocho personas, aunque los más frecuentes son los de cuatro personas. El precio del alojamiento comienza a partir de unos 15 euros por persona y día, dependiendo de la temporada, el número de personas y el faro elegido.

Cómo ir:

Diversas compañías aéreas unen España con Dubrovnik y Zagreb en vuelos directos. El buscador de vuelos Skyscanner (www.skyscanner.es) ha encontrado vuelos en el mes de julio a partir de 182 euros.