Una nueva revisión de estudios existentes, y el análisis de sus resultados a la luz de la ciencia actual, apuntan a que la Vitamina D puede tener un papel relevante en la prevención de la caries.
NC&T, Enero 2013
Aunque no se ha puesto en duda el papel de la Vitamina D como soporte de la salud ósea, históricamente ha existido un importante desacuerdo sobre su papel en la prevención de la caries.
Entre otras funciones, la Vitamina D ayuda a la absorción de calcio y fosfato de los alimentos y es esencial en la formación de huesos y dientes. Una deficiencia de Vitamina D puede tener malas consecuencias en el crecimiento de los huesos, así como causar raquitismo en los niños y osteoporosis en adultos.
Hay dos fuentes principales de generación de Vitamina D. Una es a través de la piel, por inducción de los rayos ultravioleta, como es el caso cuando tomamos el sol. La otra, a partir de alimentos ricos en Vitamina D. En países soleados, la gente no suele tener deficiencia de esta vitamina. Los habitantes de zonas poco soleadas sí están en riesgo de sufrir tal deficiencia a no ser que su alimentación sea lo bastante rica en Vitamina D.
La nueva revisión, realizada por el Dr. Philippe Hujoel de la Universidad de Washington, comprendió 24 ensayos clínicos, que abarcan el periodo entre 1920 y 1980, sobre cerca de 3.000 niños en varios países. Estos ensayos mostraron que la Vitamina D estaba asociada a una reducción de cerca del 50 por ciento en la incidencia de la caries.
Los ensayos clínicos revisados por el Dr. Hujoel se llevaron a cabo en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Austria, Nueva Zelanda y Suecia. Los ensayos se realizaron en entornos institucionales, escuelas, consultorios médicos y dentales, o en hospitales. Las edades de los sujetos estudiados estaban entre 2 y 16 años.
En los ensayos participaron niños en los que sus niveles de Vitamina D se elevaron mediante el uso de radiación ultravioleta suplementaria o complementando su dieta con aceite de hígado de bacalao u otros productos que contienen esta vitamina en cantidades significativas.
Aunque las conclusiones de esta revisión de resultados de ensayos clínicos son alentadoras, se necesita investigar más antes de poder hacer un dictamen concluyente, ya que, tal como advierte el Dr. Hujoel, esos ensayos clínicos presentan puntos débiles que pudieron haber distorsionado los resultados, y la mayoría de los participantes en los ensayos vivieron en unos tiempos en los cuales el medio ambiente era muy distinto del actual.
La cuestión de la Vitamina D es de creciente importancia en naciones donde los niveles de Vitamina D están disminuyendo, mientras que la incidencia de caries en los niños pequeños va en aumento. Es debatible si esto es algo más que una mera coincidencia, pero en cualquier caso parece razonable hacer todo lo posible para evitar la deficiencia de Vitamina D.