Nuevo recurso para el descenso de peso: el «preservativo gástrico»

  • Sería más económico que las cirugías para adelgazar y puede extraerse fácilmente.

Peter Aldhous-New Scientist, 4 de Febrero de 2009

La cirugía gástrica es el último recurso para ayudar a las personas peligrosamente obesas. Sin embargo, pronto existiría una alternativa menos invasiva: un dispositivo que se coloca por la boca, tapiza el intestino y se extrae fácilmente .

El llamado EndoBarrier fue desarrollado por la empresa GI Dynamics, de Lexington, Massachusetts, y es un «preservativo» impermeable que ocupa los primeros 60 centímetros del intestino delgado. En ensayos con animales y estudios preliminares sobre seres humanos, el dispositivo demostró que permite adelgazar y controlar rápido la diabetes tipo 2.

Debido al aumento de la obesidad en el mundo, el desarrollo de nuevos tratamientos se ha convertido en una prioridad de salud pública. Sólo en los Estados Unidos, por ejemplo, más de 15 millones de adultos reúnen los requisitos para una cirugía gástrica: un índice de masa corporal (IMC) superior a 40 o de 35 más otro factor de riesgo, como la diabetes.

Mientras que las cirugías producen un descenso de peso significativo y sostenido, sus altos costos económicos y el temor al riesgo de morir en el quirófano hacen que apenas un pequeño porcentaje de los pacientes que las necesitan realmente accedan a ellas. Según la Sociedad Estadounidense de Cirugía Metabólica y Bariátrica, en 2008 sólo unos 220.000 pacientes de ese país se operaron.

GI Dynamics no es la única empresa que está desarrollando este tipo de alternativas para tratar la obesidad mórbida, pero su enfoque terapéutico seduce por su simplicidad y su bajo costo. El dispositivo, que se introduce encapsulado, se coloca por la boca con un endoscopio.

Una vez en su lugar, debajo de la base del estómago, la cápsula libera una pelotita que, con ayuda de un catéter, despliega en el intestino una manga flexible de un polímero deslizante similar al polietileno, llamado politetrafluoretileno. Luego, se extrae la pelota y se fija la manga con un accesorio de sujeción con extremos en punta fabricado con una aleación de metal con memoria de forma llamado nitinol.

Todo ese proceso dura menos de media hora y la endobarrera se puede extraer en menos de diez minutos con solo tirar de un cordón para «desinflar» el accesorio de sujeción. La manga se extrae por la boca.

En el Hospital General de Massachusetts, en Boston, un equipo dirigido por el gastroenterólogo Lee Kaplan demostró en ratas y con una versión en miniatura de la manga su efectividad para lograr un descenso de peso equivalente al que se obtiene con una cirugía gástrica popular en los seres humanos, como la banda ajustable que se coloca alrededor del extremo superior del estómago para reducir el consumo de alimentos.

«No le estamos produciendo ningún daño al estómago, de modo que el paciente puede seguir comiendo normalmente», dijo Stuart Randle, presidente de GI Dynamics. Randle opina también que algunos pacientes a los que se les colocó la banda gástrica encuentran cómo satisfacer sus deseos de consumir más calorías. «Son capaces de hacer las cosas más creativas; básicamente, ponen toda la comida en la licuadora», explica.

El equipo de Kaplan observó también que el uso del nuevo dispositivo también revertía rápidamente la diabetes tipo 2, aun antes de que el usuario comenzara a adelgazar, por lo que ese efecto podría atribuirse a una modificación de las señales neuronales y hormonales enviadas desde el intestino. Esto también ocurre en los pacientes a los que se les realizó el bypass gástrico, una cirugía en la que se «reconecta» el intestino para prescindir de gran parte del estómago y una porción del intestino delgado.

Según Kaplan, el descenso de peso que se logra con este «preservativo» intestinal es mayor que el que podría explicarse a través de la disminución de la absorción de nutrientes. Influirían también, en gran parte, los cambios en la fisiología intestinal.

Hasta ahora, unas 150 personas probaron el dispositivo con los mismos resultados observados en ratas. Randle opinó que el costo total del EndoBarrier, incluidas la colocación y la extracción, será de unos 7500 dólares, a diferencia de los 15.000 dólares o más que cuesta la banda gástrica o los 20.000 dólares que se pueden pagar por un bypass gástrico.

David Flum, que analiza los efectos de la cirugía gástrica en la Universidad de Washington, en Seattle, señaló que aún se necesitan más estudios para garantizar que el uso prolongado del dispositivo es seguro. «Todavía no conocemos cuál será su alcance», dice. Pero si esos estudios son exitosos, muchos más obesos accederían a ese tratamiento para adelgazar que mejora la calidad de vida.